10 mayo, 2016
por Arquine
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En 1982, durante documenta 7, en Kassel, Joseph Beuys presentó su obra 7000 Eichen — Stadtverwaldung statt Stadtverwaltung o, en español, 7000 robles — (re)forestación de la ciudad contra administración de la ciudad. La obra era lo que Beuys denominaba una escultura social. Diez años antes, también en documenta, Beuys había presentado su Oficina para la organización de la democracia directa mediante el voto popular. desde donde a partir de conversaciones que iban más allá del ámbito estético, cuestionaba las instituciones que definían la sociedad. En los 7000 robles era clara su toma de posición entre ecología, la reforestación, y economía, la administración del espacio público, concebido como una obra de arte social. La concebía como una obra que podía regenerar, por un lado, nuestro entorno y, por el otro, nuestras relaciones sociales y políticas. Cada árbol de los 7000 mil que se plantarían iba acompañado de una estela de basalto. La relación entre el lento crecimiento del roble y la aparente estabilidad eterna de la roca, resultado de procesos de formación ocurridos en tiempos inmemoriales, abrían la obra a otra idea de la temporalidad. El punto, dijo Beuys, “era que cada árbol sería un monumento consistente en una parte viva, el árbol, que cambia todo el tiempo, y una masa cristalina, que mantiene su forma, su tamaño y su peso. La piedra sólo puede ser transformada por sustracción, no por crecimiento. Al colocar las dos piezas una al lado de otra, la proporcionalidad de las dos partes del monumento jamás es la misma.”
«Ayer se inauguró en la universidad de Bristol Hollow, una obra de arte público realizada en colaboración entre la artista Katie Paterson y los arquitectos Zeller y Moye. La obra es acompañada por un sitio en la red, Treebank, que plantea la pregunta sobre cómo será el paisaje de la tierra dentro de cincuenta años, cuando muchos de los árboles que nos rodean se hayan extinguido. La obra se comisionó para marcar la apertura del nuevo edificio de Ciencias de la vida de la Universidad, al lado de los jardines y fue realizada por los productores artísticos locales Situations. Resultado de tres años de investigación y búsqueda, la colección de especies de árboles —una de las más grandes en el Reino Unido— incluye más de diez mil especies únicas recolectadas a lo largo del planeta. Las muestras de madera van del árbol más antiguo de la tierra a algunas especies de las más jóvenes y casi extintas. Estas muestras contienen en sí historias de la historia y evolución del planeta.
Christoph Zeller e Ingrid Moye dicen que “el interior vacío es un espacio introvertido y para meditar donde, de pie o sentado, uno se encuentra envuelto por la historia.” Su diseño conjunta “miles de bloques de diferentes tamaños para formar un inmenso cosmos de madera y producir texturas, aperturas y el efecto de una fronda en el bosque.”»
A diferencia de la gran escultura social de Beuys, la obra de Paterson y Zeller y Moye no nos presenta un árbol —la misma especie multiplicada por miles— sino miles, todos, pero transformados en madera, esa materia primordial, pero ya trabajada. La madera es al árbol lo que la vianda —meat— a la carne —flesh. Si los árboles de Beuys crecían al lado de una piedra basáltica cristalizada, en este caso la madera se asemeja a una formación geológica: es una cueva de estalactitas y estalagmitas orgánicas, una especie de cueva de madera, acaso insospechada desde el exterior. Un santuario para un mundo amenazado.