Paisajes domésticos. Dos casas en Colombia
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19 febrero, 2020
por Maximillian Nowotka | Twitter: mnowotka | Instagram: mnowotka
Donde anteriormente se encontraba el lago de los patos en el campus del TEC de Monterrey, diseñado por Enrique de la Mora en 1945, se inauguró una estilizada caja de concreto sobre el paisaje. Es el nuevo edificio de Alberto Kalach en Monterrey, un edificio para estar en silencio, un lugar de reflexión y meditación que aparece entre los arboles como una nueva pieza icónica para los visitantes del distrito.
Luis Villoro decía que el silencio es el vacío que separa y enlaza las masas arquitectónicas. En el nuevo edificio de Kalach, luego de subir una ligera topografía de adoquines, los muros de hormigón se elevan sobre el horizonte como una pieza escultórica, conformando una caja al parecer hermética que le da forma y sentido a este vacío. Sin puertas para entrar o portales que cruzar, el visitante es recibido por un destello de luz sobre un mosaico veneciano dorado, adentrándose a un espacio a triple altura que no es más que la extensión del exterior en el que se mimetiza el edificio con el sonido de la naturaleza —el goteo de la fuente interior— y se enmarca la mirada hacia el Cerro de la Silla; Unos bancos de madera de cultivo —elaborados por artesanos de Montemorelos— invitan a tomar asiento, abstraerse en el espacio y vivir el silencio a plenitud.
En un nivel inferior, socavando la topografía del acceso, Kalach crea un nuevo vacío enlazando nuevamente muros de hormigón que contienen una biblioteca, un espacio de meditación colectiva y un lugar para la lectura, en la que —a pesar de estar enterrados— el manejo de la luz natural genera un misticismo y una atmósfera para la reflexión y el encuentro introspectivo de los visitantes.
Hay una secuencia de espacios que hacen que la arquitectura se asemeje a una novela en la que se construye una especie de narrativa en la medida que se visita la obra.
La luz es aprovechada en el edificio de formas distintas en cada momento del día. A través de sutiles aperturas entre los muros de concreto, Kalach diseña una estancia sumamente neutra y serena enlazando el uso tenue de la luz en el espacio con la espiritualidad y ambiente propicio para un lugar de meditación.
El nuevo edificio de poco más de 500 metros cuadrados, está construido en concreto aparente, mármol, vidrio y madera. Es honesto y justo con su contexto inmediato, el manejo de la escala con prudencia y la impecable ejecución revelan la madurez de un ejercicio acertado e inteligente por el arquitecto y su equipo.
El edificio es parte del proyecto Distrito Tec, que se ha venido desarrollando a partir del 2014, y el cual vincula al Tecnológico de Monterrey con el resto de la ciudad.
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