3 abril, 2012
por Arquine
“Traer la naturaleza a la ciudad y hacer útil la naturaleza al ciudadano”
Joseph Rykwert
por Christopher Ramos
Siempre ha existido el interés por mejorar la calidad del ambiente y cubrir la demanda o la falta de espacios abiertos verdes que ayuden a generar oxígeno en el ambiente y reduzcan el efecto invernadero que produce una ciudad pavimentada en más del 70% de su superficie.
En El jardín de la metrópoli. Del paisaje romántico al espacio libre para una ciudad sostenible, Enric Batlle dice que “la relación entre ciudad y naturaleza ha dado lugar a multitud de ejemplos de espacio público, producto de la complejidad de trasladar de una forma literal los modelos naturales para un uso ciudadano, o de la contradicción patente entre dichos usos urbanos y los espacios o imágenes naturales que se quieren preservar”.
En la ciudad de México tenemos varios ejemplos. VERDMX se ha dado a la tarea de crear esculturas o muros verdes en espacios públicos entre otras aportaciones, las cuales pudieran generar dos pensamientos encontrados. El primero de ellos y que pudiese llamarse insostenible, al menos para la ciudad de México, es que los muros de las estructuras requieren un sistema de riego por goteo, que aún cuando la sostenibilidad defiende este tipo de sistemas de riego es un poco engañoso en el siguiente aspecto y genera incógnitas. ¿De dónde sale el agua para mantener estas esculturas o muros?, ¿tiene tanque de tormenta para almacenar agua de lluvia?, ¿es agua tratada?. Si estas estrategias fueron tomadas en cuenta, podría ser una aportación sostenible sin consumir agua potable.
Cuando se llevan a cabo intervenciones de este tipo, en términos generales, se tiende a pensar que por ser sistemas de riego controlados son sistemas que no generan consumo de agua, lo que denota que no se está considerando una etapa fundamental del ciclo del agua –la evapotranspiración de las plantas– como un proceso que genera oxígeno. Sin embargo, eso significa que parte del agua que recibe la planta es enviada a la atmósfera, por lo tanto, sí se puede decir que hay perdida de agua en el proceso y que requerirá de abastecimiento externo. El segundo pensamiento que es más benévolo acerca de las intervenciones verdes de este tipo, es que en efecto pueden funcionar como pulmones para la ciudad y captadores de CO2 durante el crecimiento de las plantas que forman parte de la escultura.
Tal vez, las estructuras se volverán hitos urbanos que ayuden a tener puntos de encuentro y que cumplan una función estética dando la percepción de una ciudad aún con vida vegetal, lo cual se necesita mucho en nuestra urbe de concreto. La ciudad de México, y todo el país, se encuentran en una etapa prematura en cuanto a sostenibilidad e intervenciones urbanas de este tipo, en comparación con los demás países de la OCDE, ya que se percibe que las intervenciones verdes no buscan dar soluciones integrales a problemas complejos que incluyan beneficios económicos, sociales y ambientales en conjunto.