5 abril, 2013
por Arquine
La construcción de los discursos visuales-estéticos a través de la fotografía es una tendencia que está lejos de desaparecer. La evolución de la técnica nos ha dado más –o menos– herramientas para seguir construyendo discursos estéticos e imaginarios urbanos. Se pueden crear nuevos edificios a través de fotografías, de la misma manera en que se pueden hacer nuevos árboles a través de filtros digitales.
La obra de Graciela Iturbide construye esta idea de discurso urbano retratado. Hasta el 27 de mayo, el renovado Museo Amparo de Puebla -con una intervención arquitectónica de TEN Arquitectos– presenta una obra inédita de los últimos 15 años de la artista: GRACIELA ITURBIDE. Sobre Iturbide, Miguel Cervantes, curador de la muestra, afirma “la herencia en la obra de Graciela Iturbide de la gran obra de Manuel Álvarez Bravo, el gran fotógrafo mexicano de siglo XX, la fotografía en blanco y negro. También destaca el hecho de que Graciela, en el mundo contemporáneo y a pesar de las nuevas técnicas haya continuado con esa tradición que se funda como arte moderno, en la modernidad, al inicio del siglo XX y el que lo lleve con un estilo contemporáneo hasta el siglo XXI”.
La muestra recorre ciudades, personas, intersticios, texturas, sombras, luces reflejadas e instantes poéticos; imágenes complejas, reflexivas, irónicas y contradictorias que a la vez muestran una arquitectura subliminal, una revelación visual. “Para mí la fotografía es un pretexto para conocer diferentes culturas y el mundo. En el caso de México mi trabajo en zonas indígenas fue muy enriquecedor y un privilegio estar cerca de la gente y su cotidianeidad. La sorpresa. La mirada es muy importante, es lo primero para poder captar el momento. La técnica es indispensable para un buen resultado pero para mí es importante la sorpresa y la intuición. Después viene la reflexión para la selección de la imagen y tener un buen resultado”, cuenta Iturbide.
En 2008, la obra fotográfica de Graciela Iturbide fue distinguida con el más alto reconocimiento en el mundo de la fotografía moderna y contemporánea, el Premio de la Fundación Hasselblad. El acta del premio dice: “Graciela Iturbide es considerada una de las más importantes e influyentes fotógrafas latinoamericanas de las últimas cuatro décadas. Su fotografía es de la más alta fuerza visual y belleza. Graciela Iturbide ha desarrollado un estilo fotográfico basado en su fuerte interés por la cultura, el ritual y la vida diaria de su México nativo y de otros países. Iturbide ha ampliado el concepto de la fotografía documental, para explorar las relaciones entre el hombre y la naturaleza, el individuo y lo cultural, lo real y lo psicológico. Ella continúa inspirando a una joven generación de fotógrafos en Latinoamérica y más allá”.