Historias de inclusión y exclusión: ningún espacio es autónomo. Conversación con Diane Davis
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29 enero, 2014
por Francisco Brown | Twitter: pancho_brown | Instagram: pancho_brown
Richard Meier uno de los arquitectos mas influyentes de finales del siglo XX, se dio a conocer por su reinterpretación del Modernismo a mediados de los 60 y por ser, miembro del controvertido movimiento post moderno de los New York 5; este presentó una conferencia de su obra con la Architecture League of New York la semana pasada.
El evento fue moderado por Keneth Frampton, que ha colaborado en cada uno de los libros producidos por Meier desde el inicio de su carrera, y que conoció en 1964 recién llegado a Estados Unidos en la Universidad de Princeton, donde de casualidad compartieron la habitación, y que dio inicio a una complicidad de casi medio siglo. La conferencia estuvo organizada de forma cronológica, donde Meier presentó desde sus primeras obras de mediados los 60; en su mayoría casas caracterizadas por intersecciones planimetricas, el uso de geometrías puras (y blancas), y el alto contraste que sus edificios tienen con respecto su contexto inmediato, y finalizó con sus últimos proyectos localizados en las 4 esquinas del globo.
Entre las obras expuestas se destacaron, su primera obra, una casa en la playa construida por el mismo en 1962 y con un costo de 9000 dólares, que 20 años después fue vendida a Mel Brooks y Anne Bancroft por una suma bastante mayor; así mismo presentó el Getty Center en Los Angeles, el Museo de Arte de Contemporáneo de Barcelona y la Catedral del Jubileo en Roma, sin duda las obras mas importantes de su carrera, y verdaderos hitos de la arquitectura contemporánea; la presentación cierra con una colección de torres habitacionales en lugares tan distantes como Tel Aviv, Mexico DF, Bogota y Nueva York, sin embargo con una morfología bastante similar, casi idéntica.
Fue fascinante ver la evolución de la obra de Meier, y como, inevitablemente, la escala del estudio y la cantidad de proyectos, influye en la calidad de la misma; fue evidente ver como su obra poseía un lenguaje claro y único, y como sus últimos proyectos poseen un carácter genérico, descontextualizado, y bastante aburrido, casi comos si tratara de un franquicia comercial.
Al final de la conferencia se presentó un panel, que incluía a los socios de Meier que hicieron hincapié en la atención al detalle y calidad perpetua del Estudio, y que Frampton caracterizó la obra como “disciplinada, consistente y estándar”. Al final, la ultima pregunta del publico a los socios de Meier fue: ¿Ustedes comparten la pasión de Richard Meier por el color blanco?, lo que Frampton interrumpió con: YES WE DO!
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