Something’s off
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2 junio, 2020
por Federico Campos | Twitter: fedecampos
Somos un paisaje de todo lo que hemos visto
Isamu Noguchi
I. Conservador
Carlo Scarpa nació en Venecia, Italia, el 2 de junio de 1906. Scarpa es tal vez el arquitecto al que más se le asocia con los detalles, que por sus obras completas. Su mano siempre procuró cuidar las diversas escalas, llegando hasta el último elemento, en un diálogo entre la totalidad y sus partes. Entre sus obras maestras se encuentran la intervención en el Museo de Castelvecchio en Verona (1956-64), la tienda Olivetti en la plaza de San Marco (1957-58) y la tumba Brion en San Vito d’Altivole (1969-1978), donde el mismo Scarpa se encuentra sepultado. Scarpa fallece en Sendai, Japón en 1978, durante un segundo viaje al país asiático; su primer visita fue en 1969 a una exposición de mobiliario italiano organizada por Cassina, mismo año en el que comienza la tumba Brion, con influencias de ese viaje.
Es entre 1959 y 1963 que realiza una de sus obras fundamentales, el proyecto para la Fondazione Querini Stampalia en Venecia, donde lleva acabo intervenciones con gran cuidado y en respuesta e incorporación del elemento característico de la ciudad: el agua, usándolo como un material más.
La Fundación fue establecida en 1869 por el Conde Giovanni Querini y su sede se encuentra en un Palazzo del siglo XVI. Es en 1959 que Giuseppe Mazzario, el entonces director de la Querini Stampalia, comisiona a Scarpa rehabilitar la planta baja y jardín del palacio, además de generar un puente de acceso y un sistema de protección contra la acqua alta (marea alta) veneciana, que había generado daños en la estructura del edificio. Posteriores ajustes de programa de la institución demandaron intervenciones de Valerio Pastor (1982 y 1997) y Mario Botta (1994).
La Fundación tiene entre sus misiones conservar salones y mobiliario de la residencia y arte de la familia Querini, una biblioteca y promover actividades artísticas y eventos contemporáneos. Por indicaciones estipuladas en el testamento del Conde, se mantiene abierta hasta altas horas de la noche, y es accesible aún en días festivos, siendo tradicionalmente un resguardo de estudiantes e intelectuales.
II. Mareo constante
Las góndolas venecianas son asimétricas. Se trata de un gesto sutil y funcional en su diseño; este gesto en la figura del clásico transporte que recorre los canales de la ciudad se debe a su manejo, que se realiza con un solo remo guiado por la derecha. Esta ausencia de simetría, que se da de forma natural, tiene correspondencia en el trazo sinuoso de la ciudad que se extiende a sus estrechos y casi laberínticos pasajes, ya sean en el agua o en tierra firme.
Este movimiento constante se encuentra en el trabajo de Scarpa, en un ir y venir de influencias, en la aplicación de simbolismos y significados, en la solución de uniones e incrustaciones; uso de materiales con referencias a la historia de Italia y la geometría de su época y en un diálogo con temas recurrentes de sus propios proyectos.
Scarpa nace y trabaja desde una ciudad donde convierte las tradiciones y mano de obra artesanal en proyectos de arquitectura e interiores modernos; materiales locales son utilizados como uniones, suturas, juntas e incrustaciones.
De la misma forma la suma de influencias en la obra de Scarpa es una mezcla que explora de forma fluida, pasando de la historia de la arquitectura de su país, la moderna con guiños de Frank Lloyd Wright a Charles Rennie Mackintosh, la arquitectura japonesa que admiraba y el paisaje veneciano.
III. Acqua alta
Las acciones de Scarpa en la Querini Stampalia incluyen temas de acceso peatonal (puente y foyer) e ingreso por y para el agua (escalones para entrada vía el canal), y una calzada elevada que une espacios y a la vez protege por medio de un ligero cambio de nivel en casos de acqua alta. Un espacio central es la galería principal de la planta baja, un espacio recubierto por placas de mármol, comenzado justo sobre el nivel que protege la calzada contra el aumento de agua de mar. La geometría del trazo del piso, paneles e iluminación no es lineal, esconden intenciones, cambios de curso y transiciones entre la intervención y lo existente.
El agua en la fundación Querini Stampalia es trabajada por Scarpa para incorporarla, más que para defenderse de ella. El patio posterior, terra firme, incluye referencias a un antiguo pozo que existía en el palazzo, una escultura de un león, una fuente-laberinto de alabastro con agua viajando de este a oeste y un estanque de lirios. La ciudad representada en un jardín.
La intervención de Scarpa terminada en 1963 nos permite reflexionar en realidades actuales. El 12 de noviembre de 2019 el fenómeno del acqua alta generó un aumento de nivel de agua de 1.87 metros de altura, con los vientos del Siroco contribuyendo a la fuerte y rápida subida de nivel, el punto mas alto desde 1966 cuando llegó a 1.94 metros, tres años después de haber concluido las obras de Scarpa. En ese momento se había considerado un nivel de protección de subida de 1.60 metros. Un fenómeno como el de 1966 no sólo cubriría la planta baja de la fundación sino afectaría aproximadamente el ochenta por ciento de la ciudad. Habrá que estar pendientes del acqua alta de este y subsecuentes años. La Querini Stampalia funciona como medida de alta calidad proyectual y testigo de afectaciones climáticas.
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