24 octubre, 2012
por Arquine
por Juan José Kochen | @kochenjj
“Durante las últimas dos décadas se han producido algunos desplazamientos en las prácticas artísticas contemporáneas hacia lo que los críticos e historiadores del arte han catalogado como el impulso archivístico y el giro historiográfico. La historia ha cobrado importancia como tema y también como medio para los artistas contemporáneos que trabajan dentro de este contexto dando preferencia a los aparatos representativos de los formatos de archivo tales como el cine, el video, y la fotografía, los cuales constituyen vehículos predominantes en sus pesquisas historiográficas”.
Este es el preámbulo de la exposición que “intenta dar cuenta de estos desplazamientos concentrándose en un aspecto particular de los mismos al presentar obras que proyectan una mirada retrospectiva hacia las visiones pasadas del futuro”. El mañana ya estuvo aquí –hasta el 3 de febrero– es una de las muestras inaugurales del recién abierto Museo Tamayo. La paradoja del tiempo es el hilo conductor de esta muestra que revisita lo espectros de la modernidad y sus visiones utópicas del futuro. La narrativa museográfica –aunque dispersa– en la misma sala y dentro de la explosión de exhibiciones inaugurales del Tamayo, se despliega en escenarios que trascienden la concepción de la ciudad hacia sus significantes de utopía, siempre con la idea de posibilidad.
Artistas como Julieta Aranda, Carol Bove, Fernando Bryce, Gerard Byrne, Johan Grimonprez, Kiluanji Kia Henda, David Maljkovic, Dorit Margreiter, Rita McBride, Steve McQueen, Matthias Müller, The Otolith Group, Toby Paterson, Jane y Louise Wilson componen esta selección de 41 artistas y 20 obras utópicas. Aunque, por mucho, los Estudios para un parque vertical 2002-2006 de Pedro Reyes resalta por su sentido de modernidad, de urbanismo post-CIAM y de los principios arquitectónicos de Le Corbusier. Con la Torre de Banobras de Mario Pani y sentidos cromáticos en torno a los multifamiliares, la pieza, justamente, refiere que Esto fue el mañana. Valor de ruina y obsolescencia y se pregunta: ¿acaso están condenadas las ciudades planificadas a terminar en el cementerio de las utopías fallidas?
La ciudad existe y su invisibilidad esconde los secretos de sus partidas, piensa en lo que alguna vez pudo ser y lo que podría llegar a ser, con o sin planificación, es por esto que es imprescindible dedicar estudios sobre la historia de la ideas sobre la ciudad y a la de las utopías urbanas en torno a las grandes urbes. Utopías fallidas, en curso de serlo o especulativamente realizables, las utopías son pensamientos fugaces e idealizaciones que han caracterizado el imaginario de la ciudad moderna. Como dice Josep Rykwert en La idea de ciudad: “nos imaginamos la ciudad como un entramado de construcciones que crece de manera más o menos imprevisible, recorrido por calles, que se despeja en las plazas, o también como una malla de avenidas flanqueada de edificios en las afueras y repleta de ellos en el centro…A lo que más se parecerá una ciudad será a un sueño”.
Fotos: Alejandra Artigas