Gobierno situado: habitar
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24 julio, 2014
por Alejandro Hernández Gálvez | Twitter: otrootroblog | Instagram: otrootroblog
En 1998 Kimberley Cornish, escritor australiano, publicó un libro titulado El judío de Linz. Cornish parte de un dato real: alrededor de 1904 Ludwig Wittgenstein y Adolf Hitler estudiaron en la misma escuela, la Realschule de Linz. A partir de ahí la historia se vuelve mucho más compleja y controversial y hay quienes critican a Cornish por sus deducciones. Entre otras cosas, Cornish sugiere que el odio de Hitler por los judíos tiene su origen en el despreció que sentía por Wittgenstein, quien llegaría a ser uno de los más importantes filósofos del siglo XX. Uno de los problemas del argumento de Cornish es que la familia Wittgenstein, una de las más ricas de Europa cuando Adolf y Ludwig coincidieron en el colegio, había cambiado su nombre de Meier a Wittgesnstein desde principios del siglo XIX y se convirtieron al protestantismo en la generación de los abuelos de Ludwig quien, en términos prácticos, no era un judío para sus compañeros —sólo un insoportable niño extremadamente rico y, peor, extremadamente inteligente. Además, aunque Adolf y Ludwig habían nacido con sólo seis días de diferencia, el primero había perdido un año y al segundo lo habían adelantado otro, haciendo difícil suponer que estuvieran en el mismo salón de clases.
Tanto Ludwig como Adolf tuvieron interés por la arquitectura. Adolf quiso estudiarla pero la Academia de Bellas Artes de Viena lo rechazó dos veces, en 1907 y 1908. Ludwig estudió ingeniería primero en Berlín y luego en Manchester, Inglaterra. Pero tenía cierta pasión por la arquitectura. Cuando su padre murió en 1913, heredándole una enorme fortuna que Wittgenstein rechazó, se fue a Skjolden, Noruega, donde se construyó una cabaña en el bosque. En 1926, ya de vuelta en Viena, su hermana, Margaret, lo invitó a que le diseñara su casa, con la ayuda de Paul Engelman, alumno de Adolf Loos y secretario particular de Karl Kraus. Ludwig y Adolf combatieron en la Primera Guerra. Adolf inició la Segunda. Entre 1929 y 1941 Wittgenstein fue fellow del Trinity College, en Cambridge.
En 1938, tras haber obtenido su doctorado en Princeton, Alan Turing regresó a Cambridge y asistió a algunas de las conferencias de Wittgenstein, con quien tuvo importantes desacuerdos sobre su entendimiento de las matemáticas. Durante la Segunda Guerra Turing fue parte fundamental del equipo británico que logró descifrar el código secreto de los Nazis. A Turing también se le reconoce hoy como padre de la Inteligencia Artificial. En enero de 1952, a los 39 años, Turing reportó a la policía un robo en su casa. Como parte de la investigación, tuvo que confesar su relación con Arnold Murray, de 19 años. Turing fue condenado por indecencia y se le ofrecieron dos opciones: la cárcel o la libertad condicionada a someterse a un tratamiento hormonal. Optó por la segunda. En 1954 Turing fue encontrado muerto. Al lado de su cama había una manzana mordida. La autopsia determinó como causa de la muerte envenenamiento con cianuro. Hay quien dice que el logo original de Apple, la manzana multicolor mordida, era un homenaje a Turing.
Landis Gores, Architect from The Glass House on Vimeo.
Ultra era uno de los nombres clave del grupo de la Inteligencia Británica en el que participó Turing durante la Segunda Guerra. También en ese grupo estuvo el soldado americano Landis Gores, nacido en 1919 en Cincinnati, Ohio. Gores estudió arquitectura en Harvard donde fue parte de otro grupo, los Harvard Five, del que eran miembros John Johansen, Eliot Noyes, quien fuera director del departamento de diseño industrial del MoMA y colaboró con Norman Geddes —el diseñador de Futurama, el pabellón de la General Motors en la Feria Mundial de Nueva York de 1939— antes de entrar a trabajara a IBM, su profesor Marcel Breuer y su compañero Philip Johnson, del que fuera el primer socio. Aquí algunas imágenes de su casa.
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