El cronista en cuestión
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18 marzo, 2014
por Armando López Carrillo | Twitter: opalodehielo
A single fallen leaf on Earth | Aurelio Asian
Este libro es una colección de 28 fotografías y textos del poeta, editor y traductor Aurelio Asiain, quien fuera secretario de redacción de la mítica revista Vuelta, agregado cultural de la embajada de México en Japón de 2002 a 2007 y catedrático en la Universidad de Kansai Gaidai, en Hirakata, desde entonces. Las fotografías capturan imágenes de distintas locaciones en Japón, principalmente en Kioto y Tokio, en una exploración que ha conformado el diario de un poeta viajero, en permanente hallazgo de la multitud de símbolos que conforman la cultura japonesa.
Podemos identificar a tres protagonistas en la obra, con una clara relación entre ellos a lo largo de la publicación. En primer lugar destaca la naturaleza y la profunda relación entre la cultura japonesa y el jardín. “El arte es en Japón naturaleza”, nos dice el autor, y nos ofrece varias muestras de cómo los jardineros son los verdaderos héroes de la cultura japonesa; nos lleva al jardín de Arashiyama o al de Murasaki en setsubun, día de la entrada de la primavera; nos deslumbra con la imagen de su mujer sobre una alfombra dorada por hojas de ginkgo, el árbol más antiguo del mundo, o nos suspende en el trazo silenciosamente armónico de un conjunto de delicadas ramas. Al respecto nos explica Asiain:
La imagen ideal de la naturaleza es, para los japoneses, el jardín. No un jardín francés, graciosa ilustración de un teorema, ni un jardín mexicano, todo colorido y exuberancia -palpitación de la selva-, sino un jardín japonés: una vía ascética que pasa por la visión estética y termina en la revelación del vacío.
Por otro lado reúne fotografías de ritos, costumbres y templos, en un país donde nada es más importante que “guardar las formas y marcar los límites”. Así, apreciamos imágenes de las ceremonias, sus símbolos y atuendos; del Año Nuevo en Tokio con un monje abanicando las páginas de un sutra; de “el funeral de los pinceles”, cuando los calígrafos incineran sus herramientas para superar su trabajo; de la entrada al Gran Santuario de Fushimi Inari y sus más de diez mil torii o de las festividades que realizan los jóvenes en el Bosque de la Rectitud.
What is the cop afraid of? | Aurelio Asiain
El hilo conductor de todo el discurso es la poesía y su marcada incidencia en la tradición japonesa. En el apartado “Sabemos de memoria los poemas”, el autor nos comenta cómo emprendió una traducción de Ogura Hyakunin Isshu, antología poética del siglo XIII de Fujiwara no Teika, que abandonó al enterarse de que su editorial había recibido otra propuesta para esta traducción, y cómo a partir de esta labor se sumergió en la poesía clásica de Japón. Quien escribe estas líneas reconoce su ignorancia sobre casi todos los poetas y las obras que Asiain menciona en este libro, pero también el valor de la obra para divulgar el profundo sentido que el pueblo japonés encuentra en sus poetas. En “Héroes de la cultura japonesa” leemos un ejemplo muy ilustrativo al respecto:
Antes de la época Hian, el árbol nacional del Japón era el ciruelo, que tuvo todavía un lugar en el Man’yoshu. Ciento cincuenta años más tarde, a principios del siglo X, para compilar la primera antología poética imperial, el Kokinshû, Ki no Tsurayaki comisionó la escritura de poemas alusivos al cerezo: fue un paso decisivo para que en el alma de la nación ese árbol suplantara al ciruelo, símbolo chino.
Naturaleza, rito y poesía concurren en tomas fotográficas con muy diversos ángulos y planos que privilegian el detalle, pero siempre enfocadas en las personas o en sus expresiones (los sombreros y las sandalias de unos monjes, una piedra con una cuerda atada alrededor), incluso cuando nos muestra la imagen de una rama de cerezo al aire o el close-up de texturas sobrepuestas en un jardín estamos viendo expresiones humanas, pues como se lee al principio del libro: “La sensibilidad japonesa a la naturaleza es una creación cultural; también lo es la naturaleza japonesa o, mejor dicho, lo que los japoneses entienden por naturaleza”. De esta manera, el trabajo fotográfico de Asiain logra expresar aspectos culturales del Japón contemporáneo, expresiones humanas vivas y no estampas de un pasado milenario.
En esta lectura personal del Japón actual Asiain nunca olvida de dónde procede, pues en sus reflexiones podemos leer su formación mexicana-occidental cuando cita a autores como Zaid, Borges, Ungaretti, Voltaire, David Huerta, Lezama Lima, José Juan Tablada, Dante, José Eustacio Rivera, Góngora o Sor Juana: es un poeta volcado a una cultura exótica, con estudios muy serios sobre ella y gran sensibilidad, pero con la humildad y la conciencia clara de que “Una y otra vez vemos los signos sin entenderlos, o sin saber siquiera que los vemos”. Una vez más, la pluma de Aurelio Asiain nos brinda espléndidas líneas, cargadas de una estética sumamente cuidada, en un volumen pleno de inteligencia y belleza.
Este libro se presenta hoy, 18 de marzo a las 19:00 horas, en Casa Rafael Galván, Zacatecas 94, Colonia Roma, ciudad de México. Presentan Ulises Castellanos, Jorge F. Hernández, Alberto Ruy Sánchez, Pedro Tzontémoc y el autor.
El espacio de pronto es escenario, Aurelio Asiain, colección Luz Portátil, Artes de México / Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, 2013
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