19 diciembre, 2013
por Arquine
Siguiendo la colección de Ejemplos ejemplares que se inició en la web junto al número pasado se planeta abrir una nueva colección de casos que acompañen a la Revista Arquine No.66 | Exceso de capacidad y que se pregunta: ¿Cómo los objetos, los edificios, las ciudades o los paisajes, pero también los sistemas y las reglas que los hacen posibles, pueden aprovechar posibilidades a veces ignoradas o simplemente en desuso? Más allá de la intervención o la remodelación y de la triada hoy de moda: reciclar, reutilizar, reducir, ¿qué tipo de gestos y acciones críticas o irónicas, de adaptaciones o desvíos e incluso eso que los situacionistas calificaban comodétournement, tienen sentido hoy, desde la arquitectura, el diseño o el urbanismo, para aprovechar esa capacidad excesiva?
Para este primer número nos acercamos a la obra del arquitecto inglés David Chipperfield y su proyecto para el Neues Museum de Berlín, que intervino sobre un antiguo edificio construido por Friedrich August Stüler, localizado en la Isla de los Museos y que sigue las pautas del clasicismo tardío de 1841 a 1859. La reconstrucción de David Chipperfield permitió dar nueva vida al edificio y dar salida a una colección abrumadora: joyas del Museo Egipcio, la colección de Papiros, las colecciones del Museo de Prehistoria y Protohistoria y parte de la colección antigua, que quedan repartidos en el ordenamiento programático planteado por Chipperfield para reactivar el edificio gravemente dañado tras la Segunda Guerra Mundial.
El objetivo principal de este proyecto era completar el volumen original, parcialmente Segunda Guerra Mundial. La secuencia original de las habitaciones fue restaurada con nuevas secciones que crean una continuidad con la estructura existente. La restauración arqueológica siguió las directrices de la Carta de Venecia, respetando la estructura histórica en sus diferentes estados de conservación, para ello, los huecos de la estructura existente se rellenaron sin competir con la estructura existente en términos de brillo y la superficie. La restauración y reparación de lo existente es impulsada por la idea de que la estructura debe enfatizar en su contexto espacial y materialidad original mientras que lo nuevo refleja los perdidos sin imitarlo. David Chipperfield muestra aquí la capacidad del edificio de adaptarse a los nuevos tiempos – sus tecnologías – y sus lenguajes. La intención fue conservar el espíritu de ruina, sin por ello renunciar a la introducción de lo nuevo, mezclando lo conservado y lo reparado en los espacios interiores, reivindicando al tiempo la paciencia y el gusto por darle tiempo a las cosas que contrastaba con una época donde muchas ciudades se llenaban de museos nuevos y brillantes. El Neues Museum expone en su intervención y en los objetos que contiene, distintos grados de tiempo como una arqueología donde varios estados se superponen -la luz natural y la artificial, lo viejo y lo nuevo- pero sin resultar ruidoso sino dialogando en una perfecta armonía.
*La revista Arquine No.66 | Exceso de capacidad reflexiona sobre la capacidad de uso de los edificios, más allá del reciclaje o del reuso sustentable, y tiene que canalizar los nuevos potenciales de excedentes construidos, cuestionando el derroche de los últimos años. El exceso de capacidad es una patología contemporánea, es la fase final de un crecimiento sin límites cuya lógica está basada en el crecimiento mismo. Es un estado de paroxismo sostenido. En tiempos en que desde la economía y la ecología se insiste en la importancia de “reducir, reutilizar y reciclar”, el diseño y la arquitectura deben buscar la manera de insertarse en los modos de producción con proyectos que permitan y alienten el aprovechamiento máximo de lo que pueden ofrecer.