La música y la poesía existen en el tiempo; la pintura y la arquitectura en el espacio. Pero la danza vive a la vez en el tiempo y el espacio

Curt Sachs

Construido por Friedrich August Stüler, siguiendo las pautas del clasicismo tardío de 1841 a 1859 y reconstruido en de 2003 a 2009 por David Chipperfield, el Neues Museum de Berlín alberga una colección abrumadora. Las joyas del Museo Egipcio, la colección de Papiros, las colecciones del Museo de Prehistoria y Protohistoria y parte de la colección antigua, repartidos en el ordenamiento programático planteado por Chipperfield para reactivar el edificio -declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1999- gravemente dañado tras la Segunda Guerra Mundial.

Con el propósito de entablar una conversación entre danza y arquitectura, la compañía de danza alemana Sasha Waltz & Guests, decidió presentar su coreografía Köpel fuera de un teatro, desde hace 13 años. Así surgió la idea de crear “diálogos”, que consistía en presentar coreografías de la compañía en espacios icónicos alredor de Europa, entablando una comunicación entre danza y arquitectura. Curiosamente, los espacios en los que estas conversaciones han tenido lugar, no son foros o teatros, ni son espacios pensados específicamente para una función de danza; se trata de museos que con su especular arquitectura enmarcan la coreografía convirtiéndola en una representación artística en la convergen la danza, la música y el espacio.

En junio de 1999 se presentó por primera vez köpel en el Museo Judío de Berlín, diseñado por Daniel Libeskind. Y diez años después, en 2009, se presentó Dialogue 09 para la reinauguración del Neues Museum de Berlín proyectado por David Chipperfield (conferencista del Congreso Arquine No.14 | Espacio). Ese mismo año se presentó en el MAXXI: el Museo Nacional del Arte del siglo XXI en Roma, creado por Zaha Hadid. La presentación en el Neues Museum se utilizó para la creación de la película, también titulada Dialogue 09, dirigida por de Sasha Waltz -con la intervención de 35 bailarines, 30 músicos y 20 cuartos-, en la cual se hace evidente la belleza que se produce, cuando dos formas de arte convergen en un diálogo y dan vida a algo nuevo. Similar a Pina, estos diálogos entre danza y arquitectura no sólo intervienen un sitio histórico con una intervención contemporánea, sino que resignifican un espacio con escenografías museográficas.

*El Congreso Arquine No.14 pregunta ¿de qué hablamos cuando hablamos de espacio? para explorar las distintas acepciones de su significado, aristas multidisciplinares para redimir el valor de cada una de éstas y así develar las Especies de espacios.