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Cinetismo: la estética del movimientoCinetismo: la estética del movimiento

Cinetismo: la estética del movimientoCinetismo: la estética del movimiento

5 julio, 2012
por Arquine

La base de todo para mi es el universo. Las formas más simples en el universo son la esfera y el círculo. Las represento con discos y luego varían. Mi teoría completa sobre el arte son las disparidades que existen entre las formas, las masas y el movimiento. Incluso mis triángulos son esferas, pero son esferas de una forma diferente.

Alexander Calder

por Andrea Griborio / @andrea_griborio

La estética del movimiento, la ilusión óptica, los efectos causados por las vibraciones de la retina, las manifestaciones y sensaciones producidas al observar determinadas superficies, materiales, colores y formas, se estructuran en un diálogo constante. Esto representa los axiomas básicos de un movimiento surgido a principios del siglo 20 en México y llevado a su máxima expresión durante la década de los 60 y 70.  El arte cinético representó una variante de acercamiento entre hombre y arte al otorgar valor a la relación entre éstos y principalmente a las situaciones sensoriales complejas construidas entre el objeto y su espectador. Es así como pintura y escultura se desprenden de las dimensiones que el arte clásico les confiere para generar un arte donde el cambio de posición, los desplazamientos, la velocidad, la ilusión, y la construcción de ficciones a partir del uso de diversos materiales, constituyen un nuevo rol físico y sensorial ante la obra.

El cinetismo se considera un arte público, se desprende de las galerías para ocupar lugares claves del entorno urbano, más allá de la relación que el hombre encuentra al admirar determinada pieza de arte. La pieza es la que se revela para formar parte de los itinerarios cotidianos de la sociedad y de esta manera despertar en las mismas sensibilidades ligadas a la estética de la reacción, la diferencia y el movimiento. Esta época significó la bonanza económica por la explotación y venta del petróleo en México, los Juegos Olímpicos de 1968, el movimiento estudiantil y la brutal represión; en general, una serie de acontecimientos sociales que se veían reflejados en la producción artística y en el modo de relacionarse con el arte. En algunos casos esto se vinculó con alternativas subversivas estéticas que exponían discrepancia a partir de la diferencia y la participación, como el movimiento Arte Otro, caracterizado por obras que demandaban la participación del espectador como principio generador de la obra.

El Museo de Arte Moderno reúne hasta el 22 de julio un conjunto de obras pertenecientes a este boyante periodo del arte. Cinetismo: movimiento y transformación del arte de los sesenta y setenta es el título de la exposición que reúne algunas de las más destacadas prácticas desarrolladas alrededor del movimiento, la transformación, las experiencias sensoriales y el espectador. La muestra consta de obras que destacan la incoporación de materiales industriales y la exploración de obras que contemplan diferentes efectos lumínicos. El uso de nuevos materiales, la incorporación de la tecnología, la luz y la música, son algunos de los elementos que caracterizaban el arte de aquel momento, el uso de neón, espejos, visagras, plásticos, o la utilización de la esfera como figura prima a partir de la cual construir los principios de éste movimiento y del universo.

Los artífices del movimiento exhibidos en la muestra son artistas como David Alfaro Siqueiros, Mathias Goeritz, Germán Cueto, Diego Matthai, Xavier Esqueda, Pedro Friedeberg, Ernesto Mallard, Feliciano Béjar, Victor Vasarely, Victor Morales, Rogelio Polesello, Hersúa, Francisco Moyao, Lorraine Pinto, Luis Urías, Enrique Bostelmann, Federico Silva, Manuel Felguérez, Ramiro Chaves y Sebastian, entre otros. Como el mismo concepto de cinetismo para el entendimiento de lo mecánico y su establecimiento en un mundo moderno y tecnológico donde el espectador de arte pasa a ser constructor de la misma, cada pieza busca activar y construir nuevos escenarios a partir de la percepción, la sensación y la consctrucción de ficciones donde lo simple y lo complejo se relacionen en el espacio de lo público y la participación.

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