Límites de una (dis)función (VI)
¿Cuál es la relación entre la multidisciplina y el arquitecto? ¿Existe un perfil definido del arquitecto que se pueda generalizar? [...]
6 febrero, 2013
por Fernando Reséndiz | Twitter: xolotltzcuintli
Vivir un espacio habitable. El mundo físico puede ser inclemente. El ser humano busca algún tipo de refugio al medio ambiente para prevenir el calor, el frío y las tormentas, “los humanos desempeñan dos funciones principales -o hablan, o habitan-“, siguiendo a Heidegger. También somos seres sociales; necesitamos convivir, compartir y comunicar entre familias y comunidades. Un espacio para desarrollar la vida privada y que a la vez permita convivir con otras personas, para así crecer como individuos. En estas comunidades establecidas, las casas juegan un papel muy importante, son el objeto de deseo en donde todas estas situaciones y circunstancias acaecen; donde experimentamos la seguridad física, psicológica, social y emocional para un crecimiento progresivo.
El hogar es el lugar de pertenencia, donde las relaciones más vitales se llevan a cabo y se fortalecen y donde las rutinas diarias refuerzan los complementos de la vida. Resulta acuciante entender a la vivienda como parte de la ciudad y como lugar para habitar el presente, albergar nuestro pasado y proyectar el futuro. La casa habitación ha evolucionado a lo largo del tiempo según las necesidades y el confort necesario del humano. Los arquitectos se han dedicado a modificar el hogar tal cual lo conocemos en nuestros días. El hogar pudiera estar en la ciudad, en los suburbios, en el bosque o en el desierto, pero siempre tienen comunes denominadores que constituyen un género (el más importante de todos), un objeto arquitectónico que le da refugio al humano, como lo dice Lefebvre: “metódicamente se ha definido una función y un objetivo del ser humano en su vida social: alojarse; dicho de otra manera, detentar un cierto espacio para organizar su vida -privada- individual y familiar. El hábitat”.
Los arquitectos han tenido que evolucionar el objeto de distintas maneras, hasta crear un ‘todo en uno’. Ejemplificando esta evolución, en 1738, Brondel inventó el WC y fue hasta 1851 que el mueble se comercializó, para que en 1858 se agregara un cuarto más a la casa Andersen en Oslo (primera casa con un water closet). Así pasó con el cuarto de lavado, el cuarto para el coche -garaje-, la casa-estudio o la nueva cocina integral, construyendo ese objeto actual y cotidiano “donde todo pasa”. En Herramientas para habitar el presente, el cuestionamiento es determinante, “la vivienda es el primer espacio de sociabilización y la representación espacial de las diversas agrupaciones familiares. Por ello ha de ser capaz de albergar las diversas maneras de vivir que se evidencian en las sociedades del siglo 21. La pregunta de partida es: ¿qué cambios se han producido en la sociedad, las costumbres, los trabajos y las estructuras familiares?”. Estos ejemplos de casa habitación –sin cronología ni jerarquía específica– fueron proyectos que llevaron todos estos elementos al límite y agregaron posturas-aforismos.
*El Concurso Arquine No.15 busca la generación de nuevas tipologías para la vivienda del siglo XXI a partir de la revisión de los modelos habitacionales de la modernidad, con base en criterios de redensificación, sostenibilidad, flexibilidad y cohesión con la ciudad.
Stahl House (Case Study No.8) | Pierre Koening
De acuerdo con el Case Study House Program, la Casa Stahl de Pierre Koenig, la Case Study House No.22, es una de las más relevantes del siglo 20, suspendida por encima de Los Ángeles desde Hollywood Hills. Esta casa fue la visión modernista de acero y cristal diseñada para Buck Stahl, con vistas panorámicas de la ciudad. Stahl inició la excavación en 1954, pero no fue sino hasta 1957 que contrató a Pierre Koenig para retomar y construir el diseño de la residencia familiar que se completó en 1959. Esta es una de las casas insigne fotografiadas por Julius Shulman en los años sesenta.
Fallingwater | Frank Lloyd Wright
En 1935 se diseñó la casa de verano de la familia Kaufmann, construcción inmersa en el bosque de Pensilvania. En 1991 la casa ganó el premio de la mejor obra arquitectónica americana de todos los tiempos por la AIA y actualmente ha sido visitada por más de 4 millones de personas. La belleza radica en la naturaleza que la rodea y su conexión intima entre la arquitectura y su medio. La casa de la cascada puso a Frank Lloyd Wright en el mapa internacional como un arquitecto de renombre, era una casa que en la época representaba la esperanza y la libertad de una generación inmersa en la Gran Depresión del momento, incluso hubo una publicación en la revista Time de la casa. Algunos críticos no se dejaron cautivar por la obra del maestro y la criticaron como ‘monstruosa y peligrosa’. Los elementos más característicos de la construcción, son sus grandes terrazas, sus amplios ventanales de acero y la piedra natural expuesta, material usado en la mayoría de sus muros. La cascada puede ser escuchada por toda la casa y el bosque visto desde cualquier cuarto, enfatizando así el concepto de tener una conexión contante entre el interior y el exterior, una casa natural.
Eames House (Casa Study No.8) | Charles y Ray Eames
La casa de los Eames, construida en 1949, es una de las obras construidas como parte del programa Case Study House Program, de los años cuarenta hasta los sesenta, y fue encabezado por el publicista John Entenza, quien propuso el reto de proyectar una serie de casas modelo construidas rápidamente y de forma industrial. La propuesta diseñada por Charles y Ray Eames fue proyectada para una pareja dedicada al arte y al diseño. Una casa que no exigiera nada a sus habitantes y que sirviera, como decía Charles Eames, “trabajo para vivir, acompañado de la naturaleza para reducir los impactos”. Entonces la pareja de diseñadores se planteó dos condiciones para el proyecto: no destruir el medio ambiente y construir espacios amplios con pocos materiales. Esta casa es un manifiesto de arquitectura itinerante y flexible. Formalmente es un simple volumen estándar y auto construible (en 90 horas). La vivienda es un gran contenedor a doble altura distribuida en dos plantas, en la planta alta está la zona privada (recámaras) y en la planta baja lo público y el estudio, con todos los locales viendo hacia el bosque de eucaliptos. En 1949 la pareja de arquitectos se mudó a la casa y vivieron ahí el resto de sus vidas. La casa que proyectaron les ofreció un espacio para trabajar, jugar, vivir y la constante relación con la naturaleza coexistían.
Casa-estudio Diego Rivera y Frida Khalo | Juan O’Gorman
En 1929, Juan O’Gorman, a los 24 años, construye su primera casa para su padre en el antiguo pueblo de San Ángel, inmersa entre el campo y la arquitectura colonial española. El artista de renombre, Diego Rivera, se impresiona de las habilidades del joven arquitecto y en 1931 le encarga la construcción de su casa-estudio; en ese mismo terreno fraccionado a la mitad y comprado al padre de O’Gorman, con la única condición de que su hijo fuera el arquitecto. La casa fue una reinterpretación del entonces nuevo estudio Ozenfant, realizado por LeCorbusier. Sin embargo O’Gorman hacía su casa mucho más transparente, estableciendo la mayor comunicación entre el exterior y el interior -puesto que el clima de México lo permite-. La casa de Diego y la casa de Frida, dos cubos simples comunicados por un puente, con una selección impecable de colores típicos mexicanos (azul, rojo y blanco), una escalera helicoidal de excelente manufactura, cada una con su estudio para los pintores con vista al norte y una barda de cactus (órganos) típica de las casas rurales en los desiertos del norte de México. Así fue el proyecto, simple, conciso y aparente. A pesar de la relevancia de esta casa, la Casa O’Gorman proyectada también en 1929, a un costado, es considerada la primera casa moderna en México. “La casa que construí causó sensación porque jamás se había visto en México una construcción en la que la forma fuera completamente derivada de la función utilitaria. Aplicando el sistema de construcción de concreto armado en el edificio, su apariencia era extraña”, decía O’Gorman.
Villa Savoye | Le Corbusier
En las afueras de París Le Corbusier construye la casa para la familia Savoye en 1929. La casa fue proyectada con el manifiesto del mismo arquitecto llamado Los cinco puntos para una nueva arquitectura; una planta libre con pilotes, cubierta plana habitable, la fachada libre de ornamentos, amplias ventanas para permitir entradas de luz y un espacio interior libre y flexible, aludiendo así su concepto llamado ‘la máquina de habitar’ y remarcando sus ideas con los mismos movimientos del auto, curveando los muros de la casa para el ingreso a la cochera. Este proyecto es uno de sus proyectos más mesurados y espirituales, obra donde pudo plasmar al pie de la letra sus ideales a una escala más pequeña. La casa fue habitada por muy poco tiempo por la familia Savoye, debido a que la tuvieron que desalojar por la segunda guerra mundial; quedó totalmente destruida por este evento. En 1963 fue declarada patrimonio y posteriormente restaurada ya que representa una de la obras arquitectónicas más importantes de la historia, así como un manifiesto viviente del paradigma de la arquitectura internacional.
Casa Farnsworth | Ludwig Mies van der Rohe
Inmerso en el bosque de Chicago, junto al Río Fox, Mies van der Rohe a finales de los años cuarenta proyecta para la señora Farnsworth, una casa sin precedentes, obra que desnudó el funcionalismo en su máxima expresión. Representa el manifiesto más claro del estilo internacional, del cual, el arquitecto Berlinés es considerado por muchos su fundador con los lemas ‘la forma sigue a la función’ y ‘menos es más’, movimiento que tuvo un gran auge en America y Europa en los treinta y cuarenta, mismo que fue concebido y exportado al mundo desde la Bauhaus (donde Mies había sido director 1930-1933), escuela que finiquitó sus labores por la segunda guerra mundial. La casa cuenta con una simpleza incomparable en sus formas y elementos, dos placas flotantes, conectadas entre sí por columnas aparentes de acero que configuran un simple prisma rectangular, con una piel exterior de cristal, generando un espacio interior completamente libre y que solamente divide sus usos por muebles. Materiales medidos y expuestos con precisión milimétrica, colocados sin ningún desperdicio y de forma aparente, son las constantes de esta obra.
Casa Azuma | Tadao Ando
Tadao Ando afirmó que “el objetivo de esta casa fue introducir un interrogante en la inercia que ha invadido a la vivienda humana”; planteada como un proyecto que retoma esta arquitectura milenaria, la cual incluye espacios abstractos, con la luz y el viento como componentes esenciales. El desarrollo de los volúmenes permite espacios divididos en tres secciones de las mismas dimensiones en dos niveles, la zona pública de la casa (cocina y estancia) se encuentra en la planta baja, divididos por el patio en el centro; y en la planta alta lo privado, dos recámaras unidas por un puente. La fachada de la casa es completamente ciega, solamente resalta la puerta de entrada, único elemento que sugiere cual es el uso de la caja de concreto. El arquitecto manifiesta en su obra que las casas son propias, que una casa no es un aparador hacia las calles, convirtiendo el habitar en un evento interno, hacia el patio familiar.
Casa Fisher | Louis I. Kahn
En 1960 se comenzó a realizar el proyecto habitacional para la familia Fisher en Pensilvania, de la mano de Louis I. Kahn. Formalmente son dos cubos girados e interceptados en una de sus aristas (con un ángulo a 45 grados con respecto al otro) sugiriendo un volumen dinámico en movimiento. El proyecto contempló una base sólida de piedra para compensar la inclinación del terreno, creando así un desnivel con respecto al jardín, para rematar el volumen superior, cuenta con revestimientos verticales de madera como piel exterior divididos a la mitad, para resaltar el segundo nivel de la casa. Simples cubos que le sirvieron al arquitecto para dividir los usos de los espacios, un cubo es público y el otro privado; y sus amplios ventanales con algunos remetimientos de ventanas para los servicios en una fachada limpia de madera, hacen de la casa Fisher un ejemplo de arquitectura con geometría abstracta con el simple juego entre dos elementos y como lo decía el propio Kahn: “siempre comienzo con el cuadrado”.
Casa Schröder | Gerrit Rietveld
Probablemente la primer casa manifiesto que se conoce de la historia, concebida con el diálogo neoplasticista de la época, convirtiendo en volumen las famosas pinturas de Mondrian. El holandés Gerrit Rietveld diseña el proyecto con sus colores tan peculiares y Schröder los espacios interiores, para que en 1924 se concluyera la casa Rietveld-Schröder en un contexto inusual de edificios del siglo 19. Esta obra maestra es la primera surgida por el movimiento De Stijl y es reconocida como el primer edificio moderno del mundo. Es una casa que integra su entorno arbolado, con mucha transparencia y contiene espacios fragmentados. Lo más impresionante de esta casa es la separación de los planos en contraste con las delgadas líneas de color y la independencia de sus componentes sugiriendo anti-gravedad; logrando acentos visuales, tanto verticales como horizontales y remarcando cada una de sus partes contenedoras de espacio, que puestas juntas, son un juego de líneas, llenos y vacíos, como lo representa Mondrian. Todo este concepto pictórico también es representado en el interior, con paneles y muebles flexibles que se mueven entre líneas y los tres colores primarios, elementos que van configurando casas distintas en una misma.
Casa Vieira de Castro | Álvaro Siza
Emplazada en una montaña, con una vista de pájaro al pueblo Vila Nova de Portugal, Álvaro Siza proyectó la casa Vieria de Castroen 1994 para un industrial de la zona. La solución de la casa se basó en trazos simples y mesurados, así como fachadas limpias y blancas, características culturales y estéticas de la campiña del sur de Portugal y sello propio de la mano del maestro; retomando la blanca arquitectura portuguesa que se mezcla con los simples volúmenes árabes. La casa blanca, resalta del bosque y la rocosa montaña en su entorno. Contaba con una construcción que estaba destinada a un sanatorio, el cual fue restaurado; después se construyeron lo volúmenes blancos y una alberca con una terraza-jardín. El maestro diseñó a casa y también todos los muebles de la misma, y cuenta con el esquema convencional de servicios públicos en la planta baja y privados en la alta.
Desert House | Richard Neutra
Al igual que Wright, 10 años después de la casa Fallingwater, la familia Kauffmann encargó a Richard Neutra el proyecto de una nueva casa, sólo que ahora en el desierto de California cerca de Palm Springs. En esta coacción, Kaufmann tenía otros planes, emplazada en un terreno más modesto de 300 metros cuadrados, y con poco presupuesto, se construyó su ‘casa del desierto’. Neutra se inspiró con el paisaje lunar del sur de California. Con 4 alas extendidas en la superficie del terreno y la mayoría de la divisiones de la casa con vidrio, hacen que el espacio interior y exterior se comuniquen constantemente. Estas alas están orientadas a los puntos cardinales dejando en el centro la zona pública de convivencia. En el horizonte parece un avión inmerso en el desierto, una constante del estilo ‘aerodinámico’ de Neutra. La casa se abre al exterior en todas sus recámaras con puertas de vidrio corredizas y también cuenta con persianas exteriores para prevenir las tormentas de arena y el sol.
Villa Mairea | Alvar Aalto
A finales de los años treinta, los industriales Gullichsen encargan la Villa Maire al arquitecto finlandés Alvar Aalto. Por su discurso y país de origen, el maestro presenta un discurso frío y racional en su arquitectura, retomando la visual de los altos arboles verticales de Finlandia. La casa cumplió con los deseos de sus clientes, un proyecto moderno y con elementos regionales finlandeses. La composición de la casa no tiene igual, columnas esbeltas y elegantes que se encuentran con bases sólidas de piedra; troncos de arboles aparentes que dialogan con pesadas vigas de acero. El arquitecto logró incorporar varios elementos eclécticos sin caer en lo superficial, incorporó una alberca tipo californiana, elementos de las granjas finlandesas y materiales con acabados naturales al estilo japonés; elementos presentados en collage con la estética Funcionalista del momento. En el interior, reprodujo un ambiente inigualable, una abstracción del bosque finlandés. Propuso una variedad de maderas con columnas revestidas de abedul o con hilo de rattán, citando la corteza de los pinos; y una famosa escalera con tiras verticales de madera como si se estuviera rodeado de árboles. Su arquitectura se caracteriza, como el mismo decía “evitar los ritmos arquitectónicos artificiales en la arquitectura” en contra-postura a lo planteado por el movimiento moderno con su estructura clara y racional.
Casa Marie Short | Glenn Murcutt
En el campo australiano, Murcutt construyó una casa en los años stenta, diez años después se la compra a su cliente. La casa es simple, son dos naves paralelas, desfasadas sutilmente, en dónde una sirve para dormitorios y la otra para servicios. Estos dos pabellones se articulan con dos muros que sugieren un pasillo interior y los comunica, en el cual se recolecta el agua de lluvia. La orientación y selección de materiales simples es otra de sus peculiaridades, como lo dice Murcutt “cuando el aire corre en el verano, tiene un efecto refrescante y en el invierno, las rejillas de metal tienden a subir su temperatura y puedes calentarte la espalda por las mañanas”. Las rejillas de metal son ajustables y pueden controlar la entrada del aire a los espacios; y el techo es de lamina corrugada, consiguiendo un refugio cómodo y fresco ante las inclemencias del sol australiano.
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