Según las evidencias y debido a los temblores ocurridos en el siglo XV, sólo queda de pie una de las dos caras de la torre de defensa. El desprendimiento de la parte alta del castillo en 2016 pone en alerta al Ayuntamiento. El alto riesgo de derribo, con la consecuente pérdida del monumento, hizo necesaria una intervención para garantizar la preservación de los restos y recuperar la edificación para el pueblo y empezar a fungir como atracción para los visitantes.El objetivo del proyecto aborda dos ejes de intervención: la consolidación de los restos que han subsistido y el refuerzo estructural de la torre de Merola,
marzo 2022