Es arquitecta con una maestría en diseño de ciudad, también es experta en antropología de la arquitectura. Desde 2013 es directora de dérive lab, un laboratorio multidisciplinario que busca explorar, comprender e inspirar otras (nuevas) maneras de vivir y pensar la vida en la ciudad a través de la investigación artística, la intervención urbana y la docencia. Utiliza el acto de caminar como herramienta de investigación etnográfica y artística, a Ximena le interesa destacar el valor del desorden, la disonancia y la espontaneidad como posibilidades para la arquitectura en el siglo XXI.