James Turrel: Pasajes de luz
En ese un mundo dominado por la visión se abre la exposición “James Turrell: Pasajes de luz” en el Museo [...]
12 agosto, 2016
por Daniela Jay
Después del fracaso que tuvo el gobierno al promover grandes desarrollos habitacionales en las periferias de la ciudad, el actual gobierno de la Ciudad de México, encabezado Miguel Ángel Mancera, presentó en el 2013 el proyecto de las ZODES: Zonas de Desarrollo Económico y Social. Una propuesta para redensificar diferentes zonas en la ciudad y generar “pequeñas ciudades” con funciones específicas, lo cual implica una reestructuración urbana y de movilidad. Dentro de estos proyectos se encuentran la “Ciudad de la Salud” en Tlalpan, la “Ciudad administrativa”, dentro de la colonia Doctores, el “Corredor Cultural Chapultepec”, la “Ciudad Agroindustrial” en Azcapotzalco y la “Ciudad del futuro” en un polígono de Coyoacán que involucra a los Pedregales.
El argumento central por parte del gobierno era generar una imagen de modernidad y sustentabilidad, cambiando los usos de suelo, ampliando vialidades y generando nueva infraestructura y una mejor conexión con el tejido urbano para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, el aumento en los servicios y el financiamiento de los recursos por parte del sector privado ha causado una serie de conflictos, inconformidad y oposición de los habitantes de las zonas, mismos que consideran que el cambio socieconómico atraerá a un nuevo sector con mayor poder adquisitivo para desplazar a la población actual, generando el fenómeno llamado gentrificación.
Con las ZODES, el gobierno no ha logrado concretar ningún proyecto aunque mucho se ha hablado al respecto, sobretodo del famoso Corredor Chapultepec. A pesar de los supuestos beneficios que ofrecen estas micro ciudades, no se han valorado los impactos negativos que tendrían este tipo de transformaciones al desalojar a la población, mismos que dejan de lado el concepto de sustentabilidad y la gestión estratégica que pretende generar el gobierno. Una vez más, parece que se atacan frentes ajenos a la realidad, donde los desarrollos inmobiliarios se presentan sólo como especulación inmobiliaria. Los vecinos han sido la fuerza central para detener estos proyectos. La inconformidad, la oposición y la desconfianza que ha generado el gobierno actual de la Ciudad de México se refleja en el constante rechazo a sus propuestas y cierto modelo de ciudad. Más allá de valorar y explorar otras soluciones que hayan tenido éxito, se deben comprender las condiciones bajo las cuales se desarrollan nuestras ciudades.
Ante el fracaso total de las ZODES en Tlalpan, la Doctores, Chapultepec y Azcapotzalco, aún queda presente la “Ciudad del Futuro”, un caso con drásticos cambios debido a la lucha constante de los colonos de los Pedregales. Frente a esto, la arquitectura debe ir más allá de un simple papel técnico. Tiene la necesidad de captar costumbres, modos de vida, y la cultura de un sitio para situarse dentro de la vida política y económica de las sociedades.
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