29 mayo, 2013
por Arquine
En unas declaraciones recientes Toyo Ito manifestó su admiración por las primeras obras de Juan O´Gorman, lo que desencadenó la exposición sobre el arquitecto mexicano en el Museo Wataro de Tokio: “No tenía la menor idea sobre la arquitectura o del arquitecto hasta que llegamos a la casa. Inesperadamente, se trataba de arquitectura moderna. La primera cosa que vi fue un simple volumen cúbico, azul, flotando sobre pilotes. Era azul brillante. A la izquierda del cubo azul, se presentaba un volumen primitiva más grande, elevado por las mismas columnas delgadas. El volumen más grande estaba pintado de rojo y blanco, lo que creaba buen contraste con el más pequeño. El volumen más grande contaba con un pequeño puente de un lado, que se estiraba hacia el cubo azul. Parecía que el elemento grande estiraba sus brazos hacia el azul”.
“Cuando Víctor Jiménez me dijo que el volumen rojo era la residencia-estudio de Rivera y el azul, de Kahlo, ambos comenzaron a parecerse a las figuras de los dos artistas: Rivera, grande y corpulento, con su brazo sobre el hombro de Frida, ahí, llena de orgullo. Aquí su relación se presenta de una manera muy dinámica y compleja, incorporada como un diagrama abstracto del espacio”. “Pasando las bardas formadas por cactus, detrás de los dos volúmenes encontramos un tercer volumen construido para Guillermo Kahlo, fotógrafo y padre de Frida”. “Mientras que disfrutaba del espacio interior, quedé aún más impresionado por esa pureza arquitectónica que ya se notaba desde afuera. Me parecía que la casa había sido construida totalmente con el propósito de seguir una ideología funcionalista y una cierta economía de medios”.
“La intensa búsqueda de funcionalidad es evidente en las plantas, en el sistema estructural, en los detalles de las aperturas y en los diversos sistemas. Por ejemplo, las plantas están basadas en un módulo de 3 m x 4 m (para Rivera) o de 3 m x 3 m (para Kahlo). Todos los elementos, excepto las escaleras y una gran apertura en el cuarto de Rivera, están regidos dentro del módulo. La geometría de la apertura triangular parece ser una derivación de otras lógicas, como las vistas y la iluminación”.
“El taller de Rivera se llena de la luz que desciende por tres tragaluces en el techo. Las tuberías y tubos de recolección de basura quedaron expuestos, enfatizando la persistencia de la funcionalidad y economía de recursos. El alto perfil de diseño me parece equivalente al de las residencias tempranas de Le Corbusier. Tratándose de la perfección de una estética minimalista, no sería exagerado decir que esta casa sobrepasa a las obras de Le Corbusier. Me emocionó descubrir que la claridad del espacio se derivaba por completo de la racionalidad y cambió por completo mi impresión de México. Para mí, este país siempre había sido una tierra de espíritus vibrantes y energía indígena, más no de rigor y racionalidad. Inevitablemente comencé a preguntarme cómo había sido posible generar una arquitectura tan pura, dentro del contexto mexicano. Esta cuestión no hizo más que aumentar en complejidad cuando descubrí que jamás había oído hablar del arquitecto, y que tenía tan solo 26 años de edad cuando diseñó esta residencia”.
“Creo que la única estrategia posible en la arquitectura moderna es separarse por completo de la historia y las costumbres. Estas dos casas muestran cómo la adopción de una forma arquitectónica moderna nunca es un proceso gradual”.
Texto publicado en Arquine No.10 | Interiores Mexicanos | “Toyo Ito descubre a Juan O´Gorman”