Todo proyecto esconde un orden es el nombre que recibe la publicación que muestra el proceso creativo del joven arquitecto chileno Guillermo Hevia García, el cual será presentado en el marco del Festival MEXTRÓPOLI 2019 en marzo próximo. El libro reúne 13 obras —construidas, proyectos y concursos— que mezclan imaginarios, ilustraciones, renders, planos, axonométricos, maquetas y fotografías como parte del sistema que utiliza para desarrollar su arquitectura.

Guillermo Hevia tiene la capacidad de entender la arquitectura como algo más que eso. La forma con la que relaciona obras de diseño industrial con obras literarias y las traduce en arquitectura representan el proceso de un arquitecto que construye a partir de un imaginario multidisciplinario como proceso conceptual, sin hacer a un lado el proceso arquitectónico, mostrando a su vez detalles constructivos y el proceso de construcción de las obras.

[…] es un arquitecto radical. Cumple a cabalidad con las características que identifica Miquel Adrià. en la introducción del libro RADICAL. 50 Arquitecturas Latinoamericanas, donde define la arquitectura contemporánea de América Latina como formas activas cargadas de pragmatismo, obras que recuperan cierta función ideológica sin perder su vocación originaria y que se destacan por estar m.s comprometidas con los procesos que con las formas que generan. Arquitecturas austeras, no por pobres, sino por que optimizan los recursos y hacen uso de materiales comunes, y que no ignoran el camino recorrido por los siglos. En este sentido, Hevia –el más joven de los 50 arquitectos menores de 50 años que el libro reúne–, como otros radicales, se despoja de los recursos tecnológicos para lograr sofisticación en su obra, dando importancia a las relaciones que construye en el espacio. Su obra es madura y de gran expresión poética, sus proyectos son contemporáneos y atemporales. Para él, lo más importante es encontrar el orden, crear lógicas constructivas que le permitan desplazarse con total libertad dentro del marco que da vida a sus obras”.

Andrea Griborio

[…] la producción del arquitecto chileno Guillermo Hevia: está compuesta de formas y elementos ostensiblemente irreconciliables, que son tropos familiares que se encuentran en el legado arquitectónico moderno y contemporáneo de Chile y América Latina y que en su trabajo conviven sin ninguna contradicción. A veces, Hevia usa geometrías ortogonales, estereométricas, rectángulos y cuadrados, una continuación del lenguaje derivado del modernismo del siglo xx que parece dominar la arquitectura contemporánea chilena, especialmente en los diseños de casas unifamiliares, que siguen siendo muy buscados por una nueva clase adinerada. A veces, en cambio, sus diseños siguen morfologías curvilíneas y orgánicas que ondulan sobre el terreno, inscribiendo los edificios dentro de otra corriente de arquitectura latinoamericana, quizás no tan dominante, interesada en cascarones, curvas y membranas onduladas. En una inspección más cercana, las llamativas diferencias formales de los proyectos, como en el caso del arte de Richter, son en cambio parte de un discurso consistente, donde se pueden identificar numerosas complementariedades. El propio Hevia reconoce una naturaleza engañosa inherente a la práctica de la arquitectura”.

Fabrizio Gallanti