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Tech is the new black

Tech is the new black

27 agosto, 2014
por Arquine

Del 11 al 15 de agosto se celebró en ciudad de México la tercera edición del Festival Bonus, que pretende generar cuestionamientos a través de los que perfilar el futuro de nuestras industrias creativas a nivel nacional e internacional. Titulada Nodos creativos esta edición contó con la participación de arquitectos, diseñadores, escritores o creadores de videojuegos, que aportaron y compartieron sus ideas en torno a la creatividad.

Con motivo de este evento conversamos con Linda Franco, de la empresa de diseño Machina -que integra ropa con tecnología y que fue recientemente destacada por el programa The Creators Project por su MIDI Jacket; “un dispositivo vestible que traduce movimiento en música con señales MIDI”- a fin de explorar las nuevas posibilidades que tiene la tecnología sobre el diseño, la arquitectura y el espacio.

por Mariana Barrón | @marianne_petite

Mariana Barrón: ¿Cómo empezó tu relación al diseño, cómo llegaste al punto de reunir moda y tecnología en una empresa o en un proyecto?

Linda Franco: Somos tres socios, yo soy mercadóloga, uno es diseñador textil y el otro ingeniero. El diseñador textil ya había tenido un poco de experiencia en implementar diferentes tecnologías en componentes en ropa y nos pidió ayuda a los dos socios restantes para desarrollarlo. Él y yo ya habíamos trabajado mezclando diseño pero lo que ahora se buscaba era ya hacerlo para un mercado masivo. Es ahí donde nace un poco lo que íbamos a generar, porque ya había diseñadores que ya estaban integrando tecnología en ropa y, por ejemplo, hacían vestidos con leds increíbles, pero nada era para el usuario común. Vimos eso como una oportunidad porque a la gente como nosotros, cuando  investigas, te das cuenta que es carísimo, inalcanzable. Eso era lo que queríamos cambiar en éste tipo de industria.

MB: Cómo te empezó a interesar la moda y el diseño.

LF: Antes de Machina, había trabajado en un proyecto de diseño y moda para implementar talleres de diseño, fotografía, moda, mercadotecnia y tendencias en un reclusorio. Utilizábamos el diseño y la moda como medio de rehabilitación social. Empezamos a crear una marca de ropa con los prisioneros y fue donde empecé a involucrarme más en diseño, porque creamos una marca de cero hasta culminarla en una pasarela dentro de la cárcel.

MB: Es evidente que hoy en día los oficios y las disciplinas ya son tan limitantes, tú -mercadóloga- colaboras con un ingeniero y un diseñador textil, entonces hay varias disciplinas dentro de tu equipo.

LF: Es indispensable en nuestro equipo porque nos gusta tener sesiones de design thinking y talleres donde todos aportamos de todo. Desarrollamos la idea inicial para un producto, algo que nos ha servido bastante, porque todos tenemos diferentes perspectivas de lo qué es un producto.

MB: Toda la idea del proyecto nos habla de las prótesis…

LF: Yo creo que van a pasar cosas bastante interesantes con la tecnología. Un caso que se me ocurre es el del Google Car: si estás muy ocupada, mandas a tu hijo en un coche que se maneja solo y lo deja en la escuela, tú lo monitoreas en tu celular y, después, el coche se regresa sólo a tu casa. Esa hora que dedicabas, se va a eliminar. Creo que ese tipo de información va a evolucionar y teniendo la ropa como nuestra segunda piel igual, ya se está viendo que puedes medir las pulsaciones de tu corazón u operaciones con 3D printing. Todos estos nuevos materiales también son algo que van a cambiar.

MB: Sí, por ejemplo, una persona que tenga un problema cardiaco en la ropa algo que le diga que le va a pasar algo.

LF: Acabo de leer que acaban de sacar unos calcetines realizados por un chico de quince años que su papá tiene alzheimer que mandan una señal a su celular cada vez que su padre se mueve para que no se pierda.

MB: Entonces tú piensas que en el sector salud si es algo que va a ir evolucionando.

LF: Sí, creo que tiene un gran potencial ahí.

MB: ¿Y qué piensas como vaya a ir evolucionando esa relación con los edificios?

LF: También se está viendo. Ya hay contactos inteligentes que permiten apagar la luz desde tu celular. Nuestra casa se va a empezar a comunicar con nosotros: sillones que cambian de temperatura o paredes que cambian de color. Todavía la tecnología no es tan evolucionada en arquitectura, pero para allá va, porque finalmente nuestra casa va a interactuar con nosotros y es ahí donde entra todo esto.

MB: No sé cuántos diseñadores en México pongan tecnología en sus cosas.

LF: Conozco a unos que están integrando toda la luz de tu casa, de edificios o lo que tú quieras que interactúe contigo a través de una aplicación. Puedes saber cuánto gastas de luz, cuántas luces están prendidas si las quieres apagar, si las quieres cambiar de color, como todo ese tipo de cosas y también se puede vender por una apariencia estética, porque puedes poner tu estado de ánimo en tu casa a partir del color.

MB: Seguro has visto el documental The Next Black que plantea como los cinco puntos del futuro de la moda, ¿qué alternativas pueden ser el próximo negro?

LF: Sí, en ese documental se ve la utilización de bacterias para textiles, lo que me causó mucha impresión, pero creo que estamos viviendo justo ese punto donde tenemos que trabajar con lo que tenemos y creo que eso se está dando en todas las industrias, lentamente, unas que más que otras. Nosotros no llegamos a ese punto, nuestro enfoque es experimentar con la integración.

MB: ¿Qué influencias has tenido a lo largo de tu vida teniendo una empresa que hace diseño.

LF: Algo que aprendimos mucho en el proyecto de la cárcel es que hay que trabajar con lo que se tiene y experimentar con todo, hasta la basura, todo tipo de cosas. Creo que nada más es ser un poco creativos, saber evolucionar en estética, en diseño de materiales, hasta llegar a algo nuevo.

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