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¡Felices fiestas!
8 noviembre, 2014
por Arquine
por Víctor Ebergenyi
De las múltiples estructuras que componen una ciudad, la más representativa es la vivienda. Constituye casi un noventa por ciento de las estructuras urbanas y es, por ende, la que en un mayor grado ayuda a configurar la urbe a través de la forma en la que ésta se vincula con el entorno y se relaciona con otros elementos. Ahora bien, partiendo del punto de que dentro del ámbito urbano la vivienda es, por antonomasia, el espacio privado -la ciudad empieza en la puerta de la casa [1]- y que en gran medida ésta repercute en la morfología urbana a partir de su relación con el espacio público, cómo se establezca esta relación público-privado se torna importante para poder llegar a la imagen de ciudad deseada.
El gran interés que siempre ha despertado el tema de la vivienda ha llevado a reflexiones sobre su origen, su morfología, su tipología, su tectónica y su producción. En México, la realización de prototipos de vivienda ve la luz a finales del siglo XIX gracias a un proceso de industrialización del país [2]. Durante este proceso, gracias a la necesidad de dotar de viviendas a los trabajadores del nuevo modelo económico, el Sector Público invitó a participar en la realización de análisis de las condiciones espaciales con el fin de llegar a una “vivienda tipo”. Una vivienda universal que satisficiera las necesidades de todos y cada uno de los trabajadores por igual. Ya en los años setenta, habiendo padecido un éxodo rural, se definieron fondos que ayudaron a la construcción de viviendas de interés social y con la Reforma Agraria de 1992 se liberaron tierras, antes inaccesibles, para el desarrollo de éstas.
De esta época se desprenden ejemplos como La Morada, un sistema optimizado para que se produzcan ciudades [3], CasaFlex, un sistema integral de vivienda industrializado a base de módulos tridimensionales en concreto armado y muchos otros de los diferentes módulos habitacionales que se encuentran hoy en día por todo el territorio nacional.
Esta claro que definir una vivienda tipo, o un prototipo de vivienda, ayuda a resolver problemas inmediatos para mermar el rezago habitacional, pero por otro lado promueve problemas urbanos de otra índole: un prototipo de vivienda siempre es genérico y su relación con el espacio público, si existe, siempre será la misma sin importar en dónde ésta se encuentre. En el deseo de llegar a la optimización máxima de recursos financieros y materiales, uno de los caminos empleados ha sido el de la simplificación, llegando al uso indiscriminado y repetitivo de plantas arquitectónicas1 que se extienden por el territorio faltos de creatividad, identidad y pertenencia.
Si bien no hacer nada significaría mantener el estado de las cosas, un reto que hoy en día enfrenta el Instituto con la presentación de “Vivienda Unifamiliar Regional”, radica en un cambio de paradigma, no solo de la morfología del habitáculo y su regionalización climática, sino de una vivienda modular, flexible y adaptable que en su repetición, si es la palabra que se debería usar, no participe en la producción de paisajes urbanos genéricos y relaciones espaciales inexistentes o monótonas, que permita la evolución y el crecimiento de sus habitantes y que en el tiempo de su lugar a la identidad de su usuario sobre la repetición indiscriminada de una “vivienda tipo”.
La vivienda unifamiliar de nuestros tiempos tiene que poder romper el estigma de la producción masiva y serial al igual que del prototipo genérico. Esta vivienda, tolerante y dúctil, tiene que representar no sólo su pertenencia a un lugar donde el aprovechamiento de materiales locales, así como su mano de obra y sus características geográficas son importantes, sino también su pertenencia a un tiempo específico en donde se busca contener la expansión de las manchas urbanas y el aprovechamiento de la infraestructura existente, sin perder de vista los factores sociales y financieros.
¿Es posible definir un esquema de vivienda que permita integrar todas las variables? La pregunta queda sobre la mesa.
SAYA Arquitectos | Guadalupe, Zacatecas
Taller Ludens | Tijuana, Baja California
Periférica | Distrito Federal
UNAM | Tepic, Natarit
[1] ALVARIÑO GUZMAN, Miguel. “Vivienda y Ciudad. Teoría de una propuesta”. 1988. Lima, Perú.
[2] LANDAZURI, Ana Maritza; MERCADO, Serafin. “Algunos factores físicos y psicológicos relacionados con la habitabilidad interna de la vivienda”. Ciudad de México, México.
[3] GARCIA VELEZ Y CORTAZAR, Carlos.