La aspiración de la pujante región de Moquegua, situada al Sur del Perú, era la de crear un nuevo polo de desarrollo de la ciudad, constituido por una nueva sede institucional del gobierno, un centro comercial, un complejo polideportivo y una escuela. La nueva sede de gobierno debía de incluir un gran auditorio que colmase la ausencia de espacios culturales y de congresos en el Sur del país.
Esta operación es una de las primeras obras por impuestos en el Perú, con la participación de Southern Copper Perú, Interbank y Cementos Yura. El proyecto propone una solución compacta de seis niveles para liberar un área destinada a un gran espacio cívico que no estaba previsto en el programa de concurso.
Este espacio de carácter público es el nexo entre los distintos programas del polo de desarrollo, mientras que el edificio denota su carácter singular con una gran rampa de acceso, un atrio público techado y una forma distinguible dentro del tejido urbano. La forma cilíndrica toma su inspiración del elemento histórico más importante de Moquegua, el Cerro Baúl, que fue el lugar de convivencia de dos grandes culturas prehispánicas: los Huari y los Tiahuanaco, mientras que sus espacios están marcados por los elementos tradicionales de la ciudad de Moquegua, como los mojinetes de sus casas y las formas puras y prismáticas de sus edificios emblemáticos.
Mientras que el perímetro circular permite una gran eficacia en las distancias de evacuación, reduciendo a dos los elementos de circulación vertical y los servicios, la estructura y el espacio de trabajo es perfectamente ortogonal, respondiendo a una trama estructural sencilla de siete metros de lado.
La planta esta perforada por cinco patios orientados que permiten iluminar y ventilar naturalmente los espacios de trabajo, evitando la entrada directa de los rayos solares y preservando una temperatura ubicada dentro de la zona de confort.
Cuatro de estos patios ofrecen superficies acristaladas orientadas al Norte y al Sur (casi equivalentes por la latitud intertropical en que se ubica Moquegua), mientras que el quinto está techado, reúne las circulaciones horizontales y conecta entre sí a los otros cuatro.
Tanto la geometría circular como la orientación y disposición de los patios permite un ahorro en materia de energía, redes y dispositivos de seguridad, lo que permitió incorporar aisladores sísmicos a la totalidad del edificio dentro del presupuesto asignado.
Así, la sede del Gobierno se convierte en un edificio refugio ante casos de desastre, con lo que la inversión no sólo se destina al aparato burocrático de gestión de la región, sino a toda la población de la ciudad de Moquegua.
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