📚 Conoce nuestros libros finalistas de la BIAU 2024 🏆✨

Entrevistas

Rascacielos para una ciudad de cristal

Rascacielos para una ciudad de cristal

4 octubre, 2011
por Juan José Kochen | Twitter: kochenjj

Conversación con el arquitecto argentino César Pelli, quien visitó la ciudad de México para inaugurar la exposición retrospectiva de su obra en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, además de haber asistido al Día Nacional del Arquitecto.

Juan José Kochen (JJK): ¿Cómo funciona la relación de la torre con la ciudad? Su intervención fue sólo para edificar la torre o también incluyó el plan maestro?

César Pelli (CP): El plan maestro del terreno lo hicimos nosotros. La torre es el eje de una avenida —como Teotihuacán y la Pirámide del Sol— y termina creando un hito. El proyecto contempla una torre de departamentos de RTKL, otra de oficinas que la está diseñando Richard Meier, los edificios más bajos de los arquitectos mexicanos Roy Azar y Roberto Espejo, además del centro comercial de José Sánchez-Aedo y la propuesta paisajista de Mario Schjetnan.

JJK: ¿Cómo será el impacto de este proyecto, en cuanto a escala y con el contexto urbano-arquitectónico inmediato?

CP: Hay un paso peatonal muy ancho que servirá para pasearse por todo el lugar. La torre permite que los peatones fluyan alrededor y la forma está hecha para que no existan rincones, la idea es que funcione como un islote en medio de un río. Creo que va a ser un espacio público muy vivo porque va a estar lleno de negocios, restaurantes, bares y cafés.

JJK: ¿Dónde se decidió emplazar la torre con base en el estudio urbano de la zona?

CP: Hay una avenida que ya está dada por el inmenso edificio de Bancomer, Av. Universidad y luego Mayorazgo, así que extendimos una calzada al sur hacia Av. Churubusco para ahí emplazar la torre. La relación con los Viveros y la periférica es muy importante, ya que habrá un paso peatonal hacia Coyoacán para integrar ambos lados de Av. Churubusco. También tiene mucha importancia el Centro Comercial, así como el nuevo proyecto de la Sociedad de Compositores, todo estará integrado entre sí. Esto, además de los 8 mil cajones de estacionamiento, que serán 10 mil al final de las tres fases del proyecto.

JJK: ¿Cómo se definió el concepto formal de la torre?

CP: La forma de la torre es muy simple, muy esbelta. Es una especie de elipse, más bien un rectángulo elipsoidal porque se extiende hacia arriba, no como una extrusión, ya que cada lado se curva muy levemente, lo que la hace muy céntrica y le da mucha estabilidad visual.

JJK: ¿Cuánto mide y cómo se definieron las plantas de cada piso?

CP: La torre va a tener 267 metros y 60 pisos, lo cual ya está negociado con la ciudad. Las plantas son de mil 750 metros cuadrados aproximadamente y se van reduciendo ya que el diámetro cambia de la base a la punta.

JJK: ¿Por qué se eligió una fachada de cristal?

CP: El exterior de la torre es de vidrio cerámico, pero avivado con elementos de color. Es una mezcla sincopada de colores rojos, amarillos y grises como en Teotihuacán: colores muy aztecas, además de pequeños espacios de blanco y verde que con el rojo representan la cultura de México. Es una piel que cubre el edificio interminablemente.

JJK: ¿Cómo se resolverá la climatización del edificio?

CP: En México, si uno hace las cosas con cuidado es relativamente fácil ya que se tienen temperaturas templadas, así que no hace falta mucha energía. Con los vidrios modernos casi no se pierde energía, lo que es difícil es filtrar el aire que tiene tanta partícula contaminante.

JJK: Además de este proyecto en México, ¿qué otros está desarrollando o se encuentran en proceso?

CP: Limitamos el número de proyectos cada año, entre seis y ocho. Cada uno dura entre cinco y siete años, así que si multiplicamos estos números tenemos como 50 proyectos andando. Ahora estamos desarrollando una estación multimodal en San Francisco, tres teatros para tres universidades diferentes en Estados Unidos y dos laboratorios también para universidades. En México tenemos el proyecto de Mítikah y las torres de Churubusco, en Sao Paolo un edificio para la compañía Camargo Correa, en Buenos Aires acabamos de terminar la torre petrolera IPF, y en Chile estamos por inaugurar la torre Costanera. En Europa tenemos la torre para Cajasol en Sevilla y un edificio frente al Palacio de Buckingham en Londres. También en Japón tenemos dos torres (incluyendo la más alta del país) y en China ahora más de 15 proyectos comerciales y corporativos. En Vietnam también dos torres, además de otros dos proyectos en Malasia, Mumbai, Abu Dhabi, Qatar, y acabamos de inaugurar el Ocean Financial Center en Singapur.

César Pelli se graduó de la Universidad de Tucumán y desde los 28 años radica en New Heaven, donde se encuentra la sede del estudio Pelli Clarke Pelli Architects, además de otras dos oficinas en Nueva York y Shanghai. El proyecto de Churubusco es el tercer proyecto de Pelli en la ciudad de México, además del Hotel St. Regis y las torres Residencial del Bosque 1 y 2. Sus obras más significativas son las Torres Petronas en Kuala Lumpur; el World Financial Center y las torres del Rockefeller Center en Nueva York; el Norwest Center en Minneapolis; la Torre del Society National Bank en Cleveland; la Torre NCNB en Charlotte; el Centro Boyer de Medicina Molecular en la Universidad de Yale; el Centro de Matemática, Computación e Ingeniería del Trinity College en New Heaven y la torre para el Banco República en Buenos Aires.

Artículos del mismo autor

ARTÍCULOS RELACIONADOS