6 noviembre, 2015
por Arquine
Fundadora del estudio La Invisible, en el trabajo de Maria Güell Ordis destaca el Museo Balenciaga en Getaria o el proyecto de iluminación del Parque de las Glorias. Dirige y cura el Festival de LLUMBCN-Patios desde 2012. Además, es codirectora del Plan Director de Alumbrado Público de Barcelona y codirectora del Máster Lighting Design UPC en Barcelona y del Posgrado Lighting Design en México.
¿Qué destacarías de los estudios de Lighting Design? ¿Por qué lo recomendarías?
La formación de Lighting Designer ofrece algo que la arquitectura y el diseño muchas veces olvidan. En los estudios de Diseño de iluminación, la luz se trata en profundidad. Desde hace diez años aproximadamente, la iluminación arquitectónica ha cambiado radicalmente gracias a la tecnología, antes era un campo rígido pero ahora es mucho más flexible y dinámico. Con la luz, puedes trabajar el espacio y el tiempo. La iluminación arquitectónica se ha apoderado de diversas técnicas para ofrecer distintas escenas en un mismo espacio, una posibilidad que antes quedaba reducida al mundo de la iluminación teatral. En la actualidad se ha hecho imprescindible una especialización para poder trabajar con las herramientas mecánicas y tecnológicas que el mercado actual ofrece.
¿Cuál es el proceso de un proyecto de iluminación?
Muchos creen que el proyecto de iluminación se resume a un concepto y a encontrar la luminaria adecuada. Sin embargo, el lighting designer siempre pasa por un proceso más largo. El concepto se desarrolla para acabar al final con una solución concreta. Saltarse el proceso es perder una gran oportunidad de orientar el proyecto hacia lo que realmente necesita, y evitar llegar a una solución cuyo resultado no es lo imaginado. Este recorrido es lo que permite a través de la maduración de un proyecto expresado lumínicamente.
¿Qué proyectos puede realizar un Lighting Designer?
Un Lighting Designer puede llevar a cabo cualquier tipo de proyecto lumínico que le parezca interesante, desde un proyecto conceptual hasta el desarrollo de un plan director de alumbrado público de una ciudad.
De los proyectos que has hecho a lo largo de tu carrera, ¿cuál elegirías y por qué?
De los proyectos de los últimos diez años escogería tres muy diferentes. El primero, un proyecto de iluminación efímera realizado en el marco del Fórum de las Culturas 2004, sobre la fachada de una oficina bancaria en la Avenida Diagonal de Barcelona se proyectaba un poema de Joan Brossa. Se realizó una fachada media de baja resolución, con las ventanas convertidas en píxeles de luz y en un momento en el que las fachadas todavía eran un reto y un campo poco desarrollado.
También disfruté mucho haciendo la iluminación del Museo Balenciaga en Getaria (Euskadi). La luz en ese proyecto está absolutamente implicada con un discurso expositivo, quitando hieratismo a las piezas al rodearlas de un entorno cambiante que aporta vitalidad y temporalidad. Es uno de los primeros museos que funcionan con LED como principal fuente de luz, con un complejo sistema de control que hace funcionar toso ese dinamismo.
Y, sin duda, el que más me ha gustado desarrollar es el proyecto de iluminación de la Basílica Santa Maria del Mar en Barcelona. Este monumento es una de las joyas de la ciudad y supone un reto enorme, pues es un edificio que, en su origen, no se pensó para ser iluminado de forma artificial. El proyecto consiste en retro-iluminar los vitrales para que, de noche, la iglesia se convierta en una lámpara que la ciudad. Gracias a la tecnología de hoy en día se puede hacer.