Entre la brisa y la calma: un comentario sobre ‘El pesar del viento’
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¡Felices fiestas!
18 julio, 2019
por Oscar Aceves Álvarez
“… Para dar significado al paisaje hay que restringirlo, darle proporción; es necesario bloquear la vista por medio de paredes que se agujerean solo en puntos estratégicos y allí s se permite una vista libre de obstáculos.”
Le Corbusier, Une petite maison (Zúrich: Editions d’Architecture, 1923) 22-23.
Le Corbusier consideraba que las ventanas, como las cámaras fotográficas, eran ‘marcos’ para apreciar el paisaje. Este planteamiento lo podríamos extrapolar a tal sentido de considerar su propia arquitectura como un gran marco o serie de ellos para contemplar –o dominar– la naturaleza que le rodea. Y justamente podemos apreciar una serie de ‘ventanas’ –los brise soleil que el arquitecto franco-suizo solía incorporar en las fachadas de sus obras– en la fotografía que Alejandro Lapunzina ha tomado desde la terraza de la Maison Curutchet, casa diseñada por Le Corbusier en 1955 ubicada en La Plata, Argentina. En la fotografía destaca uno de estos brise soleil, el cual se encuentra justo en el centro del encuadre y a través del cual se puede observar una palmera que se encuentra en el parque frente a la casa. Lo interesante aquí es que tenemos la oportunidad de contemplar la palmera a partir de dos marcos simultáneamente: el brise soleil y la fotografía misma. ¿Pero qué diferencia supone observar la palmera desde ambos marcos?
Para Le Corbusier no era cualquiera ventana la que relacionaba al hombre con la naturaleza, solo la fenêtre en longueur era el marco ideal para contemplar un paisaje sin ‘perspectiva’ y aplanado en el que se reconozca el horizonte, esto gracias a que la ventana horizontal anulaba de la vista del observador el cielo y el primer plano. Y en el caso de la Maison Curutchet, la fenêtre en longueur se encuentra plasmada en los brise soleil que se encuentran en la fachada frontal de la casa en medianera, siendo una de las obras de Le Corbusier que no cuenta con el “privilegio” de ubicarse aislada en el campo o en el centro de una generosa parcela urbana. Por lo tanto, y a pesar de que frente a la casa se encuentra la Plaza Rivadavia, el reconocimiento del horizonte no es claro desde la terraza debido a los árboles que se encuentran en ella, siendo uno de ellos la palmera. A diferencia del resto de los árboles de la plaza, la palmera se encuentra lo suficientemente cerca de la casa como para provocar que la ‘perspectiva’ que la fenêtre en longueur intentaba eliminar del paisaje observado desde el brise soleil no se aplane, además de obstaculizar el reconocimiento del horizonte lejano. Parece que en este caso la ventana horizontal –según lo planteado por Le Corbusier– no está funcionando correctamente.
Pero aún existe el otro marco, el de la fotografía misma. A primera vista destaca el hecho de que la fotografía ha sido encuadrada verticalmente, haciendo esto alusión a la porte-fenetre, la ventana vertical que proponía Perret como contraposición a la propuesta de Le Corbusier. Si el marco de la fotografía se correspondiera con el del brise soleil, es decir, fuera horizontal, el fallo de la anulación de la ‘perspectiva’ de la fenêtre en longueur se repetiría. Sin embargo, a partir de un encuadre vertical el fotógrafo ha logrado –intencionadamente o no– sopesar la obstaculización del horizonte con la presencia casi integra de la palmera. Si asumimos la palmera como un elemento vertical importante dentro de la composición, podemos contemplarla entonces como un horizonte en sentido vertical.
La fotografía ha dejado en evidencia que en este caso la ventana horizontal no ha funcionado para contemplar la palmera, pues además de ser un elemento vertical se encuentra en el plano medio. Tal vez el fotógrafo advirtió también esto, y debido a que no puede adaptar el marco horizontal del brise soleil para contemplar íntegramente la palmera hace lo único que está en sus manos: utilizar un encuadre vertical en la fotografía. Sin quererlo, a partir de la fotografía Lapunzina le ha dado la razón en este caso a la porte-fenetre por sobre la fenêtre en longueur.
A pesar de que podríamos continuar con el debate que Perret y Le Corbusier tuvieron sobre la ventana a partir de la cual se puede contemplar correctamente el paisaje, quizás la lección más relevante que nos deja la fotografía de Lapunzina es la de reconocer que a pesar del afán que tenemos los arquitectos por ‘contemplar’, ‘atrapar’ e incluso ‘dominar’ la naturaleza por medio de la arquitectura parece que es una tarea imposible, o al menos lograrla por completo.
Créditos de las fotografías:
01_View to the park from the terrace, under the baldaquin.jpg: View to the park from the terrace, under the baldaquin. Fotografía: Alejandro Lapunzina.
02_La Plata. Elaboración propia a partir de imágen de Google Maps.
03_Marco ventana. Marco ventana horizontal. Elaboración propia a partir de la fotografía de Alejandro Lapunzina.
04_Marco fotografía. Marco fotografía vertical. Elaboración propia a partir de la fotografía de Alejandro Lapunzina.
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