13 diciembre, 2016
por Operación Hormiga
Texto publicado originalmente en GASTV.MX.
Se reproduce aquí con su permiso.
El 29 de enero de 2016, los habitantes de la capital mexicana dejamos de ser defeños y devenimos cedemexas. El cambio se refleja en el magenta de una estética corporativa emplazada bajo la lógica de una marca; pero también en el control de las plazas públicas, que cuando no son utilizadas para eventos gubernamentales, son puestas a merced de corporativos e instituciones privadas; y domesticadas al son del festival, evento deportivo, plaza digital, exposición oficialista, concierto con “Fuera Peña” incluido y hasta estacionamiento para funcionarios.
Al ser la principal plaza pública de un país centralizado, la toma del Zócalo capitalino por parte de los ciudadanos ha sido históricamente una estrategia de reclamo y denuncia contra el gobierno federal; sin embargo, este sexenio el gobierno capitalino ha decidido resolver esa “incomodidad” a través de la fuerza pública: así fue en la toma de posesión de Enrique Peña Nieto, la lucha del magisterio a raíz de la reforma educativa y las manifestaciones desatadas por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero. Otra forma de resolver el “problema” en los últimos tres años, ha sido a través de la cooptación de la principal plaza pública del país, hasta volverla una plataforma de propaganda de Estado y laboratorio de políticas gubernamentales en el espacio público. Antecedente de ello es la exhibición militar “curada” por la Secretaría de la Defensa Nacional bajo el título Pasión por Servir a México, la cual se encuentra actualmente en Hermosillo, Sonora como parte de su ruta por las principales plazas públicas del país, y fue montada a comienzos de 2014 en el Zócalo capitalino, unos meses después del violento desalojo de maestros en 2013; así, las carpas de la SEDENA sustituyeron a las de la ocupa magisterial. Custodiada por vallas y soldados, la exposición consiste en una muestra didáctica cuyo eje medular es el fomento a la cultura militar, con esculturas hechas de armas, manuales operativos, vehículos militares y juegos didácticos para niños, tipo: «disfrázate como soldado», «aviéntate de la tirolesa», «maneja un helicóptero o un convoy del ejército». Vaticinando el militarismo de un gobierno autoritario, el evento dice “estrechar los lazos de las fuerzas armadas con las autoridades estatales para fortalecer las relaciones cívico-militares, así como humanizar la imagen del soldado hacia la sociedad, lograr que la gente se sienta orgullosa de sus fuerzas armadas y mostrar modernización, profesionalización y equipamiento.”[1] De esta manera el ejército se apropia del formato de exhibición de eventos culturales para configurar un aparato de propaganda que promueve el militarismo en los otrora espacios de protesta.
Bajo la misma lógica, el pasado 8 y 9 de octubre de este año, la Plaza de la Constitución fue sede de la “Feria de la Seguridad”, evento realizado por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) con el objetivo de acercar a la ciudadanía al modelo policial de la Ciudad de México, a través de actividades, talleres de manualidades, exhibiciones de vehículos, equipo y perros de seguridad. La feria ha recorrido distintos espacios públicos como el parque Pushkin en La Roma o la Macro Plaza Metropolitana en Iztapalapa, donde la delegada Dione Anguiano Flores, agregó que “se realizarán más actividades en coordinación con la SSP-DF con la pretensión de vincular la seguridad con la cultura” [2]; esta hibridación se hacía evidente en el stand de Dirección de Seguridad Escolar de la feria, el cual ofrecía actividades manuales para niños y jóvenes, como: papiroflexia, maquillaje y pintura. En la administración capitalina actual, el autoritarismo en el Zócalo se promueve abiertamente a través de eventos, en formato de exhibición, que fomentan un estado policiaco y militar; y discretamente mediante ferias temáticas que llevan de estandarte el deporte, la tecnología o la cultura, a la par que operan como estrategia de prevención de la organización y de protesta, en tanto son justificación y camuflaje del despliegue de operativos de seguridad en la zona.
Numerosos eventos se han organizado durante el sexenio para tomar la principal plaza pública del país e impedir que los manifestantes realicen mítines y plantones frente a Palacio Nacional, a tal grado que este año el Zócalo ha estado ocupado casi la totalidad de los meses por instancias privadas y del Estado, de los cuales destacan aquellos que: 1) son eventos que se organizaban en otros espacios y se han trasladado a la plaza de la constitución, como “La Aldea Digital” organizado en colaboración con Carlos Slim, que antes del 2013 se hacía en el Centro Banamex, o la “Feria de las Culturas Amigas”, que antes del 2014 se realizaba sobre Reforma, al igual que la “Fiesta de las Culturas” Indígenas. Y 2) eventos realizados por primera vez en el Zócalo capitalino como “Home Run Derby”, el cual convierte la plancha en un diamante de Béisbol desde 2015, o la “Exposición de Autos Deportivos y Clásicos” para festejar el día del padre desde este año, y que a su vez fue el pretexto del gobierno capitalino para impedir llegar a las marcha de la CNTE del 17 de junio. También este año se organizó por primera vez el “Desfile de día de muertos” con calacas en zancos, catrinas gigantes, marionetas, carros alegóricos y cerca de 1,400 voluntarios disfrazados [3]; el desfile tomó como ruta la que comúnmente se usa en las manifestaciones sociales: del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino. El gobierno de la Ciudad de México, explicó que la filmación de la última película de James Bond: Spectre, llevada a cabo en el Centro de la capital, dio pie a realizar el desfile y que ahora se convertirá en una tradición, pues atraerá turismo a la ciudad. [4]
El formato de exhibición y la cultura bajo la lógica del entretenimiento, en función del turismo, como propaganda de Estado, o simplemente como estrategia de cooptación y ocupa de espacios públicos, remplaza el papel de la plaza pública como espacio de organización civil y disidencia. Tal es el caso de la explanada del Monumento a la Revolución, donde la CNTE trasladó su campamento después de su desalojo del Zócalo en 2013, hasta que en febrero de este año un operativo policiaco tomó la explanada, y desapareció del paisaje las carpas de la Coordinadora. Los uniformados regresaron a la plaza pública en mayo bajo el pretexto de resguardar la construcción de la Réplica de la Capilla Sixtina en México, evento cultural donde el Vaticano, coludido con distintas facciones de la clase empoderada en el país entre empresas privadas e instancias públicas como la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Relaciones Exteriores, hace una réplica itinerante cuya ruta misionera se trasladará 3 años entre las principales ciudades de México, diluyendo la frontera Estado-iglesia-corporaciones en una oferta cultural que renueva los formatos con que la ideología de la iglesia católica fue impuesta en la Colonia y justificando el despliegue de cuerpos de granaderos para evitar que la CNTE volviera a ocupar la explanada. El gobierno de Miguel Ángel Mancera, disuelve formas de organización como lo son el plantón y las marchas, y en cambio, convoca concentraciones masivas en eventos, como festivales y desfiles, con fines turísticos, de entretenimiento y fomento de la cultura militar o policiaca ¿Acaso estamos en presencia de un autoritarismo embellecido por el magenta CDMX?
Este 2016 se inauguró una CDMX con plazas públicas libres de manifestantes, con talleres de pintura organizados por la SSP, con carpas del Vaticano dando misas interactivas patrocinadas por BANORTE, con montajes de la NFL en Chapultepec, con desfiles gubernamentales inspirados en películas de Hollywood; con una agenda cultural basada en la lógica del entretenimiento y coordinada con granaderos para mantener el control del espacio público, mientras se acostumbra a la ciudadanía a la imagen del soldado en las calles y al policía como agente vinculado a la cultura y al deporte, se inaugura una ciudad donde los desfiles turísticos reemplazan a las manifestaciones, donde las carpas corporativas y gubernamentales sustituyen a las carpas de los plantones y donde las plazas públicas se pretenden desarticular como arena de confrontación y espacio de denuncia para la población, mientras la ciudad entera se pinta de magenta.
Notas:
[1] “Exposición Militar, Fuerzas Armadas” consultada en línea el 3 de diciembre de 2016 en: www.gob.mx/sedena/articulos/exposicion-militar-fuerzas-armadas
[2] “Lleva SSP Feria de Seguridad a Vecinos de Iztapalapa”, consultado en línea el 2 de diciembre de 2016 en: www.ssp.df.gob.mx/boletines/eventos/noviembre-15/101715.html
[3] Indumentaria que fue la utilería de la película de James Bond: Spectre usada para la filmación de las escenas en México.
[4] “Desfile por día de muertos al estilo spectre en CDMX”, consultado en línea el 4 de diciembre en: www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/10/20/desfile-por-el-dia-de-muertos-al-estilo-spectre-en-cdmx