Automated warehousing facility
Proyecto arquitectónico: AKDA | Amit Khana
Lugar: Delhi, India
Fotografía: Cortesía AKDA
Año: 2014

Esta instalación está en un sitio de 7 acres a las afueras de Nueva Delhi, rodeado por una localidad en rápido crecimiento urbano. La instalación consta de un almacén automatizado y un bloque de oficinas para un personal reducido.

El terreno rocoso implicó un reto importante en la planificación espacial del sitio. La construcción se planeo en tres fases y, a su vez, la estructura de 13,006 m2 se compone de tres partes: un almacén, un muelle de carga y un bloque de oficinas orientado hacia el norte e interconectado con los otros dos. Este diseño permite una expansión futura que no afecta el movimiento cotidiano del almacén y de las oficinas. Además, se implementó una estrategia ambiental y energética para mantenerse bajo temperaturas habitables a lo largo del año.

El tamaño de cada uno de estos bloques surge en relación a los requerimientos individuales de cada uno: la oficina es más compacta y estrecha, al norte cuenta con una pared de cristal que permite una iluminación natural adecuada; los almacenes con una altura de seis metros tienen una proporción en relación al espacio que necesita la maquinaría, y el muelle de carga proporciona una interfaz entre los dos elementos.

Delhi tiene un clima extremo y un microclima severamente polvoriento, los cuales contribuyen a que los edificios sean de energía intensa e intenten enfriar la temperatura ambiente a un nivel de confort humano. Tradicionalmente, las paredes se construían más gruesas de lo necesario para la integridad estructural, con la intención de que el aumento de la masa térmica redujera al mínimo la ganancia de calor. Hoy en día, lo que se hace es añadir aire acondicionado para adecuarse a las condiciones del clima.

Contrarío a esto, lo que se hizo en el proyecto fue envolver la bahía de carga del almacén con una pantalla de ladrillo perforado que crea sombra sobre un cristal –que actúa a su vez como una barrera de polvo– empotrada en las fachadas norte y sur. La barrera de cristal puede abrirse cuando se requiera para la ventilación; durante el tiempo extremo permite la ventilación mecánica. La fachada oeste es, en su mayoría, blanca, con sólo una pequeña porción de una pantalla de ladrillo cerca del techo para permitir la iluminación de la tarde. El ladrillo funciona para unificar las diversas fachadas y minimiza el impacto visual del edificio en el entorno.

El edificio se remete cuatro metros, lo que genera el estacionamiento y permite que los espacios mecánicos y comedores se iluminen de forma natural. Las áreas hundidas captan el agua de lluvia a un pozo local utilizado para la cosecha. Los techos están cubiertos con baldosas reflejantes para minimizar la acumulación de calor. Y un patio delgado entre el bloque de oficinas y el muelle de carga ayuda a extraer el aire caliente del interior del edificio.