Las ‘Viviendas para maestros en Gando’ fueron diseñadas para atraer profesores al campo, así como para promover el uso de la tierra como un material de construcción sostenible y duradero. Las casas se realizaron como una serie de módulos adaptables, cada uno de tamaño comparable a las chozas redondas tradicionales que se encuentran en esta región. Los módulos individuales se pueden combinar de varias maneras en un todo compuesto más grande. La simplicidad del diseño y el uso mínimo de materiales permite que pueda ser adoptado fácilmente por los aldeanos.
Las seis casas para maestros y sus familias están dispuestas en un amplio arco al sur del complejo escolar. Este diseño curvilíneo no solo es hermoso, sino que también recuerda a un recinto tradicional de Burkinabé. Los techos son bóvedas de cañón construidas con bloques de tierra. Este método de construcción, hace uso de los recursos locales y es eficiente desde el punto de vista climático. Para proteger el edificio de la humedad creciente, los muros de adobe de 40 cm de espesor se colocan sobre una base de piedras de granito y cemento colado in situ. Los aldeanos produjeron alrededor de 15,000 bloques de tierra, cada uno de 40x20x10 cm, a un ritmo de entre 600 y 1,000 por día.
Una viga conecta las paredes que soportan la carga del techo en cada módulo. El techo es una capa de hormigón armado vertido in situ en un encofrado de bloques de tierra comprimidos estabilizados (CSEB). Las alturas de los techos alternan entre 1m y 1.5m, por lo tanto, cuando se superponen se forma una abertura en forma de hoz que sirve como un medio para ventilar el interior y proporcionar luz natural. Los amplios aleros del techo protegen las paredes de la humedad.
En las casas tradicionales de Burkinabé, se aplica un tipo especial de revestimiento fino —mezclado con jugo de vegetales y estiércol de vaca— a las paredes exteriores como una capa protectora de aproximadamente 3 cm contra la intemperie. Desafortunadamente, estos componentes son de poca utilidad en la temporada de lluvias y atraen a las termitas, que eventualmente pueden destruir las paredes. Así que en la vivienda de los profesores, los componentes orgánicos tradicionales, fueron reemplazados con asfalto.
La culminación del trabajo de construcción es el apisonamiento del piso de arcilla para crear una superficie lisa y homogénea. La participación entusiasta de la gente de Gando fue la clave del éxito de este proyecto. Los habitantes del pueblo no solo adquirieron nuevas habilidades, sino también un sentido de responsabilidad, conciencia y sensibilidad hacia los aspectos tradicionales e innovadores de la construcción.