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La Ruta 66, la legendaria autopista que unía la ciudad de Chicago con Los Ángeles antes de ser sustituida por las vías interestatales, fue conocida en algún momento como “la calle principal de los Estados Unidos”. En el último tramo, antes de que la autopista se encontrara con el Pacífico, se recuerda de forma sombría la lúgubre sucesión de escaparates para ser reemplazado por una nueva tipología de vivienda “intermedia”, que se ha expandido en escala y ubicación a los bordes de los barrios, a lo largo de los corredores comerciales y de las vías más transitadas.
Granville 1500 es un conjunto habitacional que celebra la experiencia urbana y ofrece 153 unidades a precios inferiores a los del mercado a los estudiantes de medicina y al personal de la UCLA. El proyecto refuerza el sentido de apropiación en una zona que antes era inaccesible y carecía de vida urbana. Esta manzana era antes un concesionario de coches, pero ahora sirve de modelo para un desarrollo con mayor densidad y de usos mixtos que aporta escala y carácter a la activación peatonal.
Con el objetivo de favorecer el encuentro con los peatones, se utilizan varias estrategias en la planta baja para anclar el edificio a la calle. En lugar de una fachada masiva e imponente, aparecen tres volúmenes discretos en forma de cuña a lo largo del bulevar de Santa Mónica, cada uno de ellos tocando hábilmente la acera. El diseño rompe con el volumen típico de la mayoría de los proyectos de viviendas mostrando experiencias residenciales y peatonales a nivel de la calle. Los puentes unen los volúmenes en los tres niveles superiores ajardinados con plantas resistentes a la sequía.
El espíritu que impulsa a LOHA es una actitud que considera la sostenibilidad medioambiental inherente al buen diseño. En Granville 1500, las estrategias de diseño pasivo incluyen el acceso exterior a las unidades, lo que aporta ventilación cruzada y luz natural; y la conservación del agua, que se consigue recuperando y gestionando el agua de lluvia in situ, así como incorporando vegetación resistente a la sequía en el paisajismo. El almacenamiento de bicicletas, las estaciones de carga de vehículos eléctricos y la energía solar en el tejado son otras de las muchas estrategias sostenibles empleadas.
Una vez terminada, la UCLA adquirió Granville 1500, reconociendo que la urbanización podía ofrecer a los estudiantes un entorno más polifacético que las viviendas académicas convencionales, menos arraigadas en el oeste de Los Ángeles. Las opciones de transporte siguen desarrollándose, conectando el complejo con la UCLA.