Vitápolis es un complejo residencial para personas mayores. Esta formado por 35 apartamentos con accesos independientes y más de 1.500 metros cuadrados de espacios comunes, que comprenden; gimnasios, talleres, cafetería, zonas de reunión, salas de estar, jardines, piscinas, zonas deportivas y huertos urbanos. Es un proyecto que trasciende lo arquitectónico y que busca dar respuesta a las nuevas necesidades, tanto físicas como emocionales, de este sector de la población.
Más allá de proyectar un grupo de viviendas accesibles, se trata de construir un entorno que recoja las aspiraciones vitales de sus usuarios: lugares agradables para relacionarse, con espacios para aprender, cuidarse, compartir y estar atendidos, manteniendo al mismo tiempo su privacidad e independencia. Para ello, se diseñó un programa específico de espacios comunes que recoge sus necesidades y, al mismo tiempo, se ha definió una relación de servicios y actividades estimulantes relacionadas con las inquietudes personales de los usuarios.
El edificio se ubica en el barrio residencial de Santa María de Benquerencia en Toledo, rodeado de zonas verdes y junto a numerosas dotaciones de interés, como el centro de salud, la biblioteca municipal y el centro cívico. Muy próximo también a las zonas comerciales de expansión y ocio más importantes del barrio y la ciudad. La locación en este proyecto constituía uno de los desafíos mas importantes a la hora de las ideas iniciales. Se trataba de que los usuarios estuvieran, en la medida de lo posible, integrados en la ciudad y el contexto urbano, de tal manera que pudieran ser lo más independientes posibles en su día a día, facilitando con ello una vida plena de relaciones y actividades, más allá del propio centro.
El edificio se asienta en una solar rectangular, prácticamente plano, con orientación en su eje longitudinal este-oeste. Cuenta con zonas verdes de más de 1000m2, compartidas con dos comunidades contiguas, que albergan dos piscinas y zonas deportivas. Es una pieza longitudinal con cinco niveles, desarrolla un esquema de privacidad en altura, quedando la planta baja, donde se ubican las zonas comunes del edificio (cafetería, recepción, gimnasio, salas de reuniones, etc), plenamente integrada en el contexto urbano, con acceso a los diferentes espacios limítrofes.
En las plantas superiores se ubican las viviendas, complementadas con otras zonas comunes (lavanderías, salas de estar), coronadas en la cubierta por una gran terraza con una vista panorámica de 360 grados sobre el entorno. Una piscina, zonas de almacén y baños, completan esta parte del edificio, de uso exclusivo para residentes, amigos y familiares.
Vitápolis se materializa hacia el exterior a través de una secuencia de bandas horizontales que se abren o cierran en función de la orientación, para protegerse del sol. Estas bandas son, por un lado, la representación en el exterior de los espacios de convivencia o espacios comunes del edificio y, por otro, de los espacios domésticos de transición. (terrazas calefaccionadas). Un sistema de paneles prefabricados de hormigón configura todo el cerramiento exterior y la estructura portante en los niveles residenciales. En la planta baja, con el objeto de liberar espacio, los muros de carga de hormigón (que aportan un buen aislamiento acústico) se convierten en una continuidad de pórticos de pilares metálicos. Esta secuencia estructural se apoya y es reforzada en el exterior, a través de los tres núcleos de comunicación exentos, dos núcleos de escaleras y el núcleo de ascensores.
Con dos tipologías, de 1 dormitorio con 60m2 y de 2 dormitorios con 80 m2, se configura una propuesta de distribución del programa que se desarrolla a través de una secuencia de espacios (sin pasillos) y anchos especiales de huecos, que garantizan una accesibilidad plena. Las viviendas cuentan con un salón comedor con cocina, 1 ó 2 dormitorios, baños accesibles y una terraza climatizada por losa radiante, que actúa como prolongación del espacio doméstico y es un espacio de transición con el exterior. El cerramiento de la terraza cuenta con un sistema de carpinterías integradas totalmente en el pavimento (diseñadas expresamente para este proyecto), con el objeto de facilitar el tránsito entre las estancias.
El edificio, en materia de eficiencia energética, tiene la calificación máxima gracias a la combinación de sistemas pasivos como la disposición y orientación de los huecos de fachada, incremento del aislamiento térmico en los cerramientos y la utilización de las sombras arrojadas del edificio. Un sistema de climatización y producción de agua caliente sanitaria, a través de aerotermia permite optimizar el ahorro energético a la vez que proporciona un excelente confort térmico tanto en viviendas como en zonas comunes.
El programa esta residencia ha sido diseñado para albergar y potenciar una manera de vivir, que tiene como objetivo, garantizar la calidad de vida de los usuarios desde el momento presente hasta el futuro, asumiendo de manera natural el paso del tiempo y las limitaciones ineludibles que éste impone.