Ganadora en la categoría Casa & Villa del Festival Mundial de Arquitectura 2023 de Singapur, este proyecto se construyó para permitir que una familia envejeciera en su hogar y disfrutara de un alto grado de intimidad, gracias al equilibrio de espacios exteriores abiertos e interiores articulados. Situada en Winnipeg, provincia de Canadá, es parte de la expansión suburbana de principios del siglo XX, que ha conformado gran parte de la identidad arquitectónica de la ciudad. Por eso los proyectos de relleno en barrios tradicionales son lugares importantes para cuestionar la forma en que se construye ciudad.
La casa velo está plantada en una cuadrícula de nueve metros cuadrados, organizada en torno a un patio central. La residencia está configurada como una serie de espacios abiertos y fluidos (estancia. comedor, cocina, circulaciones) que se enmarcan por bloques sólidos de servicios (aseo, lavandería, chimenea, almacén, electrodomésticos). Una interacción que se hace necesaria para puertas y paredes.
Esta configuración única permite que todos los espacios habitables estén definidos, y a la vez, se conecten de manera visual y acústica. Los espacios de doble altura, cada uno con su propio carácter —techos inclinados (cocina y sala de estar), techo infinito (comedor), doble volumen (sala de estar) y volumen abierto (patio)— desdibujan la cuadrícula por secciones y crean un dormitorio principal privado en la planta superior. La casa está situada a nivel del suelo y tiene una rampa interior que permite el acceso universal por medio de dos plantas. Al ascender desde el nivel principal, la rampa sigue la pared norte. El espacio inferior se aprovecha para introducir luz natural en el sótano, al tiempo que proporciona una salida de emergencia desde los dormitorios. Al plantar con firmeza la planta principal a nivel del suelo, se consigue una extensión sin fisuras de los espacios interiores hacia el patio y el jardín circundante.
Los bloques y la rampa están cubiertos por un velo de acero desgastado. Apuntalado por los bloques, el velo sigue la rampa desde el nivel del suelo, sube en espiral y se desprende de la pared para cerrar el patio privado en la parte superior del garaje, proyectando la luz sobre los lados oeste y sur de la casa. El velo continúa cubriendo las entradas y se vuelve a unir a la casa para completar la espiral. Estratégicamente perforado sobre ventanas y balcones, el velo crea una sensación de asombro y curiosidad desde la calle, al tiempo que filtra con elegancia la luz del día hacia los interiores y permite las vistas exteriores sin comprometer la intimidad. El velo flota con delicadeza en el espacio, soldado con tachuelas al borde de los soportes de acero en voladizo, y se desprende suavemente de la casa para crear espacios intersticiales en ambas plantas. La estética industrial tiene sus raíces en la economía manufacturera de la ciudad.
El acero envejecido adquiere una pátina aterciopelada, una calidez material a menudo reservada a la madera, al tiempo que confiere a la casa una presencia sobria. Su longevidad está garantizada por el clima seco y a menudo soleado de Winnipeg. Aunque el material es ajeno al barrio, la geometría resulta familiar, ya que refleja los tejados a cuatro aguas, altos y profundos, de sus vecinos neogóticos y neogeorgianos.
La casa velo funciona como arquitectura y escultura, y establece conexiones entre arquitectura e industria, estructura y decoración, retiro y expresión.