Trosten – Sauna Flotante responde a un encargo de la non-profit Oslo Sauna Association y su visión de “llevar el vapor a la gente”. Siguiendo la tradición arquitectónica de los pabellones-objeto, el proyecto propone una volumetría de fuerte composición cromática que se ofrece como punto de uso individual y colectivo, de recogimiento y contemplación a los pies del Museo Munch. El programa se desdobla en la cabina del vapor, que cuenta con una terraza de acceso directo al agua, y en el anfiteatro orientado al fiordo, donde se pueden celebrar pequeños eventos.
La construcción fusiona diseño sostenible mediante un ambicioso sistema energético que garantiza un calor constante en todos los niveles, materialidad responsable que incluye el uso de materiales naturales y reciclados, e inclusión social, pues se trata de la primera sauna accesible universal que facilita el uso en silla de ruedas desde el escalón inferior de la grada. El volumen es una pieza significativa y visible del interesante cluster de saunas flotantes diseñadas por diferentes arquitectos en la desembocadura del río Akerselva. Este poblado de saunas disuelve el límite entre la tierra firme y el agua al tiempo que forma parte del Harbour Promenade surgido tras la desaparición del histórico puerto de contenedores y que hoy ofrece 7 km de espacio público que incluyen circuitos de paseo, trote y bicicleta, pero también zonas estanciales, playas, solarios, y plataformas de baño activas durante todo el año.
La propuesta tiene una importante componente experimental que comienza con el ensamblaje de la estructura de madera en un dique seco a las afueras de la ciudad antes de instalarla en la plataforma flotante de concreto prefabricado sobre la que se completaron los cerramientos e interiores. El remolcado y fijación en su destino completan un ciclo que ha evitado perturbar la tranquilidad cotidiana del poblado de saunas y mitigado la huella ecológica que supondría esta construcción en el centro de la ciudad.