¿Cómo se proyecta una casa a partir de la arquitectura y sus redes sociales? En Casos de casas, Alejandro Hernández cita a Walter Benjamin para hablar de “la casa como el lugar del hábito y la repetición –habitar y, más precisamente, el habitar burgués, es seguir las huellas fundadas por la costumbre. Algo parecido pensaba el arquitecto vienés Adolf Loos: la casa no podía ser una obra de arte, que implica innovación, pues su propósito es el contrario: conservar de la casa, pues, podemos decir lo que Winston Churchil dijo de las ciudades: las construimos primero para que luego ellas nos construyan.
Desmantelar una casa, nuestra casa, es entonces, de cierta manera, desmantelar nuestra memoria y desbaratar nuestra identidad. Hurgar en lo más profundo para ver lo que nos funda y lo que nos cubre y separa de los otros, del mundo, pero también lo que nos abre un mundo, nuestro mundo. En el mismo texto que Benjamin calificaba al habitar burgués como seguir las huellas fundadas por la costumbre, citaba una frase de Bertold Brecht: borra tus huellas. Esa sería, pensaba Benjamin, la nueva forma de habitar. Habitar desde cero, desde la precariedad de una nueva barbarie que él no entendía sólo en sentido negativo sino como la posibilidad de una reinvención y una redención”.
Nuevas formas de habitar también plantean nuevas formas de hacer vivienda. Hace un año, Felipe Assadi, decano de Arquitectura de la Universidad Finis Terrae, sorteó un proyecto de vivienda entre sus 10 mil seguidores de Twitter, quienes aportaron ideas para su diseño. Assadi decidió usar la red social como buzón de sugerencias para nuevos estilos de vivienda e interactuar con quienes compartían un concepto de “arquitectura participativa”. Se trató de “un proyecto experimental que busca la interacción y el interés de mucha gente a través de una red social como único motor de desarrollo del proyecto”; una vivienda modular de 120 m2 proyectada a partir de paneles térmicos estructurales y forrada de pino insigne.
Tweet House incluye dos dormitorios, dos baños y un comedor con cocina integrada. El proyecto se entregó con plantas, elevaciones, cortes generales, maqueta a escala 1:100, croquis originales y especificaciones técnicas generales. Aunque el proyecto no fue más allá de esto, la intención y vínculo de una arquitectura proyectual y las redes sociales como intercambio de ideas, es un ejemplo más del proceso participativo y evolución de la arquitectura con su difusión digital.