Ubicado en Lomas del Chamizal, Huixquilucan, el Templo aparece en una estrecha avenida como un bloque sólido e introvertido de 30 × 20 × 19 m. Su partido arquitectónico nace con la intención de contener todos los espacios necesarios en un bloque de mármol y acero.
Dentro de esta envolvente hay varias cajas de madera de menor escala que generan espacios de doble altura. El sistema estructural consta de acero, columnas y losas de concreto. A lo largo del edificio predomina el uso de materiales nobles y aparentes, como la madera y la piedra. Cada uno de los cuatro niveles cumple una función específica respecto al que le sucede.