La configuración del proyecto nace a partir de la búsqueda por generar un volumen simple, de trazo puro ortogonal y que gracias a la materialidad de este, sus texturas y paisaje, pudieran representar en forma de monolito parte del entorno único en el que se encuentra.
Con el fin de vivir completamente a su interior, las atmósferas logradas por los materiales propuestos, buscan otorgar una experiencia intima para cada uno de los visitantes, donde en un mismo espacio, podrán descubrir diferentes escenarios debido en gran parte a la transición de escalas generadas de manera especifica por el núcleo a triple altura interior y que a su vez, no solo coopera en crear una gran sensación de amplitud espacial sino para trasladar todo el protagonismo a la forma del monolito propuesto y así transformarlo en un volumen icónico y único en la escala de la ciudad.
Al desarrollarse todo el programa en un solo nivel, la edificación cuenta con un espacio incorporado de manera lateral que juega un papel inverso al volumen desarrollado, ya que la celosía propuesta busca otorgarle al usuario un espacio permeable y de contacto al exterior sin perder la misma privacidad otorgada por la volumetría principal.