Al sur del municipio de Puig-reig, se encuentran los restos del conjunto patrimonial de la torre de Merola, que datan de finales del siglo XIII. Según las evidencias y debido a los temblores ocurridos en el siglo XV, sólo queda de pie una de las dos caras de la torre de defensa, originalmente de planta rectangular de 5 x 3,8 m y una altura de 14,8 m. El desprendimiento de la parte alta de la torre en 2016 pone en alerta al Ayuntamiento. El alto riesgo de derribo, con la consecuente pérdida del monumento, hizo necesaria una intervención para garantizar la preservación de los restos y recuperar la edificación para el pueblo y empezar a fungir como atracción para los visitantes.
El objetivo del proyecto aborda dos ejes de intervención: la consolidación de los restos que han subsistido y el refuerzo estructural de la torre de Merola. Este refuerzo se configura a través de una estructura de madera con 18 perfiles de 14cm cuadrados que componen el perímetro del muro de piedra original y que, a modo de andamio, permite estabilizar estructuralmente la construcción existente, recuperando la volumetría original y restableciendo su función como mirador del territorio.
La nueva estructura resuelve los condicionantes de refuerzo y establece una relación con el muro de piedra preexistente, evidenciando la intervención respecto la construcción original. Se recupera la cimentación desaparecida con aditamentos de cal-concreto y se atan las dos estructuras mediante unos perfiles de madera anclados al lienzo de piedra en 14 puntos.
La inserción de una escalera interior permite acceder a los 3 niveles originales de circulación al mismo tiempo que facilita el futuro mantenimiento del monumento. El ascenso hasta el nivel superior de la torre recupera un punto de vista que había sido inaccesible desde del siglo XV. Finalmente, las piedras encontradas en la excavación arqueológica se reutilizan para delimitar la intervención y mostrar el material de demolición original.