El encargo de diseño fue una pequeña cabaña con techo, cocina, baño y dormitorio, lo necesario para retomar la caminata de montaña iniciada el día anterior.
La propuesta consistió en construir, a través de planos y ángulos, una estructura que proporciona una entrada a través de sus pliegues y vistas exteriores a través de sus cortes. Construida en torno a un núcleo central de servicios, la forma exterior y el volumen interior están definidos por los pliegues.
En un extremo de la cabaña se encuentra el dormitorio, junto con un almacén para el equipo de montañismo. En el otro extremo hay una zona de estar donde la montaña cercana atrae la mirada hacia la vista panorámica. El exterior está acabado en pino, elementos metálicos y ventanales que cumplen funciones tanto estructurales como volumétricas.
La cabaña se apoya en pilotes, lo que la convierte en un objeto autónomo suspendido sobre el suelo. El edificio está ventilado por todos sus lados; la corriente ascendente de la montaña proporciona un flujo de aire a través de una serie de aberturas específicas.
Es el punto de llegada y salida de las caminatas de los montañeros. No es sólo un mirador y un refugio, sino un lugar especial para la contemplación y la relajación. Es un verdadero refugio.