El proyecto está situado en el corazón del Mercado Persa Victor Manuel, centro neurálgico del tradicional barrio Franklin/Bío Bío, en la comuna de Santiago de Chile. Esta manzana destaca por sus edificaciones de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, con base a galpones industriales que originalmente funcionaban como curtiembres, y a su vez por estar estrechamente vinculado al Barrio Matadero y Barrio Huemul. El Persa Victor Manuel es el símbolo por excelencia del barrio Franklin/Bío Bío, por la identidad que posee y porque es ahí donde se originan y nacen los primeros mercados populares del sector.
Hoy el Persa Victor Manuel apuesta por marcar la hoja de ruta, en la visión de futuro, renovación, recuperación y puesta en valor del barrio. El proyecto Patio Persa, aparece como la punta de lanza en este camino de renovación, donde hasta la fecha le han seguido otras intervenciones en la misma línea de interés y atractivo, vinculado a lo cultural, lo patrimonial, con una mirada al futuro.
En el corazón de esta emblemática manzana se encontraba un vacío de 240 metros cuadrados que se convirtió en la excusa perfecta para rentabilizar locales comerciales en el sector. Sin embargo, la decisión fue en la dirección opuesta. Se conservó el vacío y se generó un espacio en el que el transeúnte experimentara una pausa, un descanso y un contraste con su entorno inmediato. Este lugar, además de ofrecer un espacio de permanencia y descanso, también articula tres sectores del mercado que desembocan en el jardín. Sus accesos se configuran con precaución para mantener la condición de interioridad, alejado del ajetreo que lo circunda. Desde este lugar también es posible apreciar las antiguas estructuras industriales, que en definitiva le dan el carácter al Persa Victor Manuel, convirtiendo en un lugar único y especial en la ciudad. Por esta razón la intervención debía velar por un adecuado diálogo entre el soporte existente y la propuesta planteada.
Se utilizó un patrón geométrico simple, a modo de trama o grilla, como elemento ordenador del espacio. Esta geometría genera módulos repetitivos que se configuran, según su altura, en los elementos que componen el proyecto: asiento, pavimento, vegetación, agua y sombra. La grilla base del piso, se volvió a expresar sutilmente en el cielo o cubierta, donde se instalaron cables de acero, proyectados para que en un futuro sean cubiertas con vegetación caduca con el fin de dar sombra en verano y luz en el invierno.
De alguna manera este espacio interior cerrado, destinado a ser un lugar de pausa, tranquilidad y descanso, hizo aparecer como referencia los jardines de tradición de medio oriente.