Las referencias al templo demolido hace 80 años adquiere diversas formas en éste nuevo proyecto. El contorno de la antigua sinagoga está marcado por un bordillo estrecho, que separa el interior del parque de la densa vegetación que lo rodea. Los accesos del parque se adaptan a las vías de comunicación existentes, enmarcando además dos hitos urbanos locales. La iglesia de la Santísima Virgen María y el Santuario de la Santísima Virgen Auxiliadora.
La nueva plaza se abre a los diques del río Solá. El elemento principal de la disposición del parque es un mosaico de 40 losas de arenisca gris, y ya que su disposición es irregular hace eco de los restos de la antigua sinagoga (en particular su piso, hecho de un material de piedra similar). Las losas individuales forman caminos y conducen a otros elementos del parque: un módulo de exhibición al aire libre que presenta la historia de la sinagoga (refiriéndose a su antiguo proyecto estilístico, el Centro Judío de Auschwitz); un “pozo” con piso histórico (planeado en la próxima etapa del desarrollo); un estanque de aguas poco profundas, bancos de Corten y un candelabro (una copia de un artefacto encontrado aquí durante los trabajos arqueológicos).
Las losas de piedra arenisca gris, de 120 x 220 cm, están decoradas con un “friso” formado por innumerables ranuras de diferentes profundidades. Estas líneas talladas en piedra crean una especie de “relieve” que cambia de apariencia según el ángulo de la luz solar y su intensidad, o bien, las condiciones atmosféricas (lluvia, nieve, etc.). Las losas fueron creadas por accidente, y se clasificaron como residuos industriales. Además, fueron reutilizadas y “revivificadas” en la ciudad de Oświęcim, como un gesto de oposición a la explotación excesiva de los recursos naturales.
Las líneas entrecruzadas talladas en piedra también adquieren una dimensión simbólica. Sin un principio ni un final claro, parecen dirigirse hacia el infinito. Esta densa red de líneas evoca los caminos de la vida humana, que a veces simplemente se cruzan y otras veces se conectan para seguir juntos. Un mosaico aparentemente abstracto también puede parecerse al diseño urbano, ahora desaparecido de una ciudad de antes de la guerra: sus calles, aceras y edificios.
Esta historia “grabada en piedra” de Oświęcim, la Gran Sinagoga y las ruinas que quedan después de su destrucción tiene como objetivo preservar la memoria del pasado, con un mensaje de advertencia para el futuro.