Un vestíbulo de ingreso, un área expositiva y una librería con zona de comidas, son los espacios que conforman año tras año un pabellón de 3,000 metros cuadrados que acoge el país invitado honor a la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Con ocasión de la 28º Feria del Libro se ha designado a Macondo como el país invitado, en honor al universo fantástico al rededor de Aureliano Buendía en Cien Años de Soledad, máxima obra literaria de Gabriel García Márquez.
Como parte de un amplio grupo de profesionales, entre artistas, productores, luminotécnicos, escenógrafos y bajo la supervisión de un comité curatorial, la arquitectura asume el rol de establecer la estructura general del proyecto y la ambientación interior con el fin de integrar los formatos, ambientes y características de cada una de las instalaciones que conforman la zona expositiva, y de dotar al proyecto de unidad y de una imagen que agrupara todo el contenido del proyecto.
El proyecto establece tres piezas principales: una caja negra central, controlada lumínica y sonoramente, que contiene las instalaciones y la exposición cronológica de los viajes de García Márquez. Una zona de ingreso conformada por una plaza ambientada por una instalación exterior que es escalera, grada, mirador y puerta de ingreso, mezclando varios de los aspectos funcionales requeridos y las características materiales representativas de la construcción principal del pabellón, una gallera-auditorio en el espacio centra, y, por último, una librería y zona de comida antes de la salida, con una oferta bibliográfica y gastronómica también relacionada con Macondo.
De esta forma, la arquitectura del pabellón es un pequeño universo en donde confluyen referencias de un territorio familiar asociado a la costa caribe y códigos del mundo imaginado por Aureliano Buendia, haciendo alusión a esta mezcla poética entre realidad y ficción.