El proyecto tiene como premisa trasladar los valores de la marca Octavia —lo natural, simple, honesto y fresco— a un espacio arquitectónico para crear una experiencia única de alojamiento.
Casa Octavia se abre a la vida barrial de la colonia por medio de un espacio común en planta baja y, en su fachada, con una celosía de madera que dota de privacidad y crea un juego de luz y sombra, además de protegerte de la luz poniente. Esta área permite múltiples configuraciones: desde un café o desayuno en un ambiente íntimo hasta una reunión o venta de garage que se abre por completo a la calle. Las habitaciones se ubican en dos bloques, uno en la parte posterior y otro al frente de la calle, los que dan a la calle tienen un balcón propio. La azotea es un espacio común que te desconecta de la ciudad.
Por otro lado, el vacío toma forma de un patio lateral que genera vistas al interior de las habitaciones. En contraparte, el elemento construido tiene texturas tanto en los materiales del piso como en los muros.
El proyecto es un énfasis entre arquitectura y vacío, encuentros y desencuentros citadinos; es un reflejo de la marca Octavia por medio de sus materiales naturales, el cuidado por sus detalles, diseño atemporal y adaptabilidad para quien lo habita.