Mews House se encuentra en Haringey, un municipio al norte de Londres. La casa se desplanta en un terreno de 90m2 con 68m2 construidos, que dan hacia un callejón adoquinado donde se encuentra un edificio de cinco niveles catalogado.
La cuidadosa selección y el manejo de los materiales se hizo desde una perspectiva de ahorro económico, que involucra tanto aspectos de diseño como estructurales, por ello los materiales que se emplearon se basan en la simplicidad. Los volúmenes al interior se manejaron de tal manera para aprovechar al máximo el pequeño lote, considerando las limitaciones visuales que implica el estar rodeado de construcciones vecinas de mayor altura. El resultado es una construcción que al interior da la sensación de tranquilidad, algo poco frecuente en construcciones de este tamaño en Londres.
En la planta baja, se accede directamente a un gran espacio que contiene la estancia, comedor y cocina, esta área se abre hacia el patio trasero que provee de iluminación y además, genera una continuación visual, a través de los ventanales de piso a techo y el piso de adoquines que se extienden desde la entrada hasta el patio. En esta baja también se encuentra un baño, un armario para lavandería y un nicho en uno de los muros que funciona para que los residentes coloquen vegetación, velas o cualquier otro objeto para apropiarse del espacio.
Al primer nivel se llega por medio de una escalera que se adosa a y un muro de ladrillos, en este nivel, se encuentran los dos dormitorios y un baño. Los domos fueron colocados estratégicamente para iluminar con luz natural hacia el interior.
La elección de los materiales para esta pequeña casa fueron influenciados por el contexto original donde se ubica. La calidad en el manejo del ladrillo se logró seleccionando el mortero adecuado de cemento blanco, cal y arena de río. Para dar el acabado, se utilizó un método que en Escandinavia se conoce como “Sækkeskuring”; similar al “enfoscado” y muy popular en Australia en los años 60 y 70. Este acabado crea una arquitectura monolítica, sin perder la identidad de cada ladrillo por separado.
En el primer nivel se colocó piso de madera de abeto de los dormitorios y su carpintería; en la escalera se utilizó madera contrachapada para la estructura y madera de abeto para las huellas, con un acabado de aceite blanco.
Por último, la casa tiene calefacción por suelo radiante, un sistema de calefacción de agua y paneles fotovoltaicos.