El proyecto surge del Plan Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU) de Tlaxco, en el que se consensuó de manera participativa que el primer proyecto para llevarse a cabo en el Pueblo Mágico fuera el mercado, con el fin de detonar las economías locales y el arte de Tlaxco.
El proyecto parte de la recuperación de los muros laterales y de los cimientos de una edificación en desuso que había anteriormente en el predio.
Su organización se compone por dos naves y un corredor frontal. La nave de mayor tamaño alberga catorce locales para los artesanos de distintas localidades del municipio, mientras que la nave menor cuenta con un espacio para impartir talleres.
Además, cada espacio se encuentra vinculado con un patio que funciona como una extensión de las actividades en caso de ser necesario. El andador se compone de una serie de arcos y un marco rectangular que conforma un diálogo entre un lenguaje contemporáneo y uno vernáculo, el espacio sirve como punto de encuentro.
El sistema constructivo se compone de muros de carga y vigas de alma abierta a base de madera de pino laminado. A su vez hay dos domos en el sentido largo de las naves que permiten la entrada de luz natural. La idea es contar con una iluminación natural y nítida a lo largo de todo el mercado, además de presentar un elemento icónico que generase apropiación y orgullo a los habitantes.