Mare Nostrum es un edificio residencial de 8 pisos con 8,800 m2 de área en construcción sobre la esquina de las calles José Tamayo y Mariscal Foch en la capital Ecuatoriana. Su significado en latín clásico, significa mar nuestro. Los antiguos romanos bautizaron con este nombre a lo que hoy es el Mar Mediterráneo. Inspirados en este contexto, se reinterpreta en su fachada el movimiento que los remos de las flotas del imperio romano realizaban siglos atrás para proteger sus territorios. Reforzando este concepto se deciden implementar ondas suaves en la que hacen referencia al movimiento del agua, generando a su vez una experiencia de movimiento para el usuario dentro y fuera de los espacios.
El movimiento de la fachada genera amplios balcones, que permite extender el espacio interior hacia el exterior. Permitiendo tener estrategias de sustentabilidad pasiva, como ventilación y luz natural. La volumetría del edificio permite diferentes tipologías de departamentos: suites, 2 dormitorios, 3 dormitorios y lofts. La terraza verde genera una relación visual con los árboles existentes del contexto, en el nivel de la calle, los cuales se mantuvieron. Además se crearon espacios de convivencia social en el interior del edificio, como el gimnasio, un salón comunal y áreas verdes en la terraza, para aprovechar las visuales del contexto.
En la planta baja se encuentran locales comerciales, los cuales funcionan con los espacios públicos exteriores, mediante escaleras y rampas, que se adaptan a la topografía y generan zonas de estancia para la ciudad. La acera se funde con los linderos del proyecto, conduciendo al usuario por recorridos verdes en donde la vegetación nueva y existente es parte de la experiencia sensorial.