Ubicado en Sayulita, un vibrante pueblo costero en el Pacífico mexicano, este proyecto consta de dos casas cuidadosamente posicionadas en un terreno con pendiente. Sayulita es conocida por su energía dinámica y su atractivo para visitantes de todo el mundo, aunque su mercado inmobiliario está dominado en gran medida por unidades de alquiler a corto plazo o villas de lujo. Este proyecto busca llenar un vacío al ofrecer viviendas diseñadas para estancias prolongadas, brindando hogares para quienes desean vivir en Sayulita de manera permanente y no solo como un destino de paso.
Aunque las dos casas comparten el mismo lenguaje arquitectónico y materialidad, cada una posee una personalidad única. Su ubicación y orientación responden de manera individual a la topografía y al contexto circundante, generando experiencias espaciales distintas dentro de un marco de diseño cohesivo. Con una rotación sutil en planta, cada casa interactúa dinámicamente con el paisaje, enmarcando vistas hacia las colinas ondulantes de Sayulita y el horizonte del océano, al tiempo que mantiene privacidad con respecto a las propiedades vecinas.
Construidas con una combinación de muros de estuco y un sistema estructural expuesto—destacando vigas, columnas y la estructura de concreto de la alberca—las casas logran un equilibrio entre materialidad cruda y una simplicidad refinada. Cada vivienda cuenta con tres recámaras y un estudio, además de amplios espacios comunes que incluyen una cocina, comedor y sala de estar de planta abierta. Terrazas expansivas y azoteas amplían aún más el entorno habitable, fomentando una conexión continua entre el interior y el exterior, un aspecto esencial del estilo de vida en Sayulita.
Un elemento distintivo del proyecto es la palapa que corona cada casa. Esta estructura de cubierta tradicional, reinterpretada desde una óptica contemporánea, proporciona sombra y ventilación a los espacios en la azotea, estableciendo una conexión directa con la arquitectura vernácula de la región. Al integrar un material y una técnica profundamente arraigados en las tradiciones constructivas locales, el proyecto crea un puente entre el pasado y el presente, ofreciendo una reinterpretación contemporánea de una forma familiar que enriquece tanto el confort como la identidad del espacio.