El estudio Pelletier de Fontenay en colaboración con Leclerc Architects, recientemente terminó la École du Zénith, un proyecto que surge de una serie de concursos organizados por Lab-École en 2019. Este concurso marcó el primero de arquitectura escolar desde los años 60, significando un hito en el panorama educativo de Quebec al renovar la forma de diseñar, organizar y construir escuelas primarias en la provincia.
Ubicada en un extenso paisaje abierto, la escuela se presenta como una nueva línea de horizonte formada por volúmenes y techos que interactúan. Los pabellones rodean un patio interior con vistas espectaculares al Monte Shefford, combinando la identidad de cada ciclo escolar con una visión de comunidad más amplia. Cada estudiante tiene un pabellón que puede considerar como su “hogar”, fomentando un sentido de pertenencia y continuidad en su trayecto académico. Grandes ventanales, techos sobresalientes y múltiples accesos conectan la arquitectura con el entorno natural.
El patio central, punto de entrada principal, combina superficies minerales con áreas verdes que incluyen árboles maduros, arbustos y flores silvestres autóctonas. Cerca de la cocina y cafetería se encuentra un huerto en forma de bosque comestible, mientras que rocas naturales dispersas funcionan como mobiliario y elementos de juego. Los techos conectados generan una pasarela cubierta continua alrededor del patio. La arquitectura combina simplicidad en su organización con riqueza espacial. Las aulas aprovechan la inclinación para techos altos y luminosos. Los espacios de colaboración entre clases tienen áreas de doble altura y mezzanines accesibles mediante escaleras tipo gradería.
El pabellón principal alberga la recepción, administración, servicios comunes y guardería. Incluye un espacio central de doble altura con una conexión visual hacia el Monte Shefford a través de un gran tragaluz. La sostenibilidad está integrada en el diseño. Las aulas, con amplias aberturas, prescinden de aire acondicionado mecánico, mientras que los techos sobresalientes controlan la radiación solar. Grandes chimeneas triangulares permiten la entrada de luz cenital y facilitan la ventilación natural. Sin replicar literalmente la arquitectura local, la escuela evoca formas arquetípicas de casas y granjas cercanas, creando un ambiente cálido y familiar para los niños.