La vecindad, es una tipología tradicional de vivienda en la Ciudad de México. Son casas sencillas que miran hacia un patio lineal, en La Ribera, se re-interpreta esta tipología con un nuevo edificio de departamentos para familias jóvenes. El programa se implementa en un terreno angosto pero profundo en la Colonia Santa María La Ribera, a solo unas cuadras de distancia de la plaza principal de la zona y el famoso Pabellón Morisco. El desarrollo de éstas viviendas contribuye como un catalizador a la regeneración del actual barrio.
Encontrado, como una ruina en decadencia, se hizo los posible para preservar algunas piezas este edificio preexistente desde el siglo XIX e incorporarlas a la nueva estructura. La fachada histórica se mantiene honesta, como un fragmento del pasado, ahora soportada por una estructura contemporánea a prueba de terremotos. Las dos fachadas, antigua y nueva, crean un híbrido que devela la historia del lugar al transeúnte. Inspirado por la vecindad precedente, el patio compartido forma el corazón del desarrollo como un lugar comunal donde los vecinos se encuentran, reúnen, y los niños juegan en el exterior.
Ocho departamentos se organizan en una formación lineal. Para evitar inequidad entre los departamentos, cada unidad se diseñó como un townhouse, configurada verticalmente a través de tres niveles sumando una terraza en la azotea. Grandes ventanas con orientación sur miran hacia el patio-jardín y permiten vistas panorámicas desde el último nivel hacia el paisaje de techos del barrio. Todos los departamentos tienen su acceso a través del patio común con un área de estar que incluye una cocina abierta en planta baja. Cada departamento se torna gradualmente más privado al subir los niveles, una escalera privada al fondo de cada unidad conecta a todos los niveles y a la azotea. Un tragaluz de cristal provee luz natural a la escalera y terrazas privadas e individuales en la azotea permiten actividades al aire libre, beneficiándose del clima templado de la Ciudad de México.
La libre distribución de ventanas a lo largo de las sólidas fachadas de concreto aseguran que cada departamento sea único y cada espacio diferente, con posiciones optimizadas por cada ventana. Las grandes ventanas ofrecen generosos niveles de luz durante el día, así como vistas despejadas hacia el patio y la ciudad. Los principios constructivos comprenden un marco de concreto con muros de bloque de concreto como relleno.
La robusta estructura de concreto se deja aparente sin acabados adicionales. Su lado exterior es pulido a mano, revelando la composición mezclada del concreto blanco con pequeños agregados pétreos, exponiendo la belleza de las piedras locales en tonos rosa y café. Los muros de bloque de concreto al interior están pintados de blanco, evitando cualquier aplanado adicional como acabado. El patrón de los muros de bloque queda así, aparente al interior de los departamentos. Mosaicos de terrazo con piedra local de mármol, tradicionalmente usados en los mercados, proveen un piso que mantiene al interior fresco y de bajo mantenimiento.
Con una sólida fachada, el edificio tiene muros de concreto blanco pulido a mano con agregados locales de mármol. La brillante fachada refleja el sol directo, manteniendo a los espacios interiores frescos a lo largo del día, y evitando así el uso de sistemas mecánicos. Las ventanas de la fachada, en combinación con una apertura en la azotea, proveen ventilación natural cruzada a través de la vivienda vertical al crear un efecto chimenea a través de los tres niveles, liberando así el exceso de aire caliente hacia el nivel de azotea. De la misma forma, todas las aperturas proveen luz natural al frente y al fondo de todos los espacios, reduciendo así la necesidad de iluminación artificial. La colonia sufre regularmente de inundaciones durante la temporada de lluvias, es por esto, que se consideró adicionalmente un tanque de agua subterráneo, que colecta el agua de tormenta a través de un desborde para re-uso como riego y limpieza.
Un árbol Ahuehuete existente frente a la fachada principal provee aislamiento acústico natural entre la transitada calle y los dos departamentos que ven al este. El ostentoso árbol crea una capa de privacidad, como una cortina natural, ofreciendo al mismo tiempo una atractiva vista desde el interior de los departamentos. Un jardín vertical a lo largo del muro de colindancia protege al patio de los edificios adyacentes y ofrece un fondo verde y tranquilo en contraste con el exuberante paisaje de la colonia.