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Institución educativa Embera Atrato Medio

Institución educativa Embera Atrato Medio

 

Al Municipio de Vigía del Fuerte, que hace parte del departamento de Antioquia, en Colombia, únicamente puede llegarse volando en avioneta o helicóptero desde Medellín o navegando por el río Atrato. Su población es una mezcla de comunidades afro-descendientes, mestizos e indígenas Emberas, que viven en varias comunidades distantes de la pequeña zona urbana localizada a lo largo del río. El papel de la nueva Institución Educativa es recibir a estas comunidades indígenas por períodos cortos y constantes de tiempo durante el año, en los que viven, duermen, se alimentan y reciben educación sin dejar sus poblados de manera permanente.

Las condiciones urbanas, sociales y ecológicas del lugar son complejas: una vez al año y durante la época de lluvias las aguas del río Atrato suben e inundan por varios meses los suelos del poblado y por este motivo, las construcciones existentes son en gran medida palafíticas y se comunican por medio de pasarelas elevadas. Durante la época de inundaciones los trayectos  se hacen por medio de lanchas y chalupas y los caminos secos desaparecen. El aislamiento y la violencia del campo en Colombia han afectado el desempeño normal de esta comunidad.

En el extremo norte del poblado y cerca de la selva se localiza el nuevo edificio al interior de una trama urbana alargada y ortogonal, ocupando casi toda el área útil del lote en un solo nivel y articulándose a las pasarelas elevadas de comunicación. El edificio se concibió como una calle cubierta y flexible que puede ser usada o atravesada de un extremo a otro, apoyada por dos franjas paralelas de salones, dormitorios, zonas de servicios, oficinas y baños. Se propuso una arquitectura permeable en cuanto al uso y los materiales, articulada al clima y al contexto rural.


La baja capacidad portante del suelo, obliga a construir un edificio muy liviano apoyado en más de 50 micro-pilotes inyectados con profundidades promedio de 15 metros, soportando una estructura palafítica de columnas y losa de piso en concreto, resistentes al agua y por encima del nivel de la cota máxima de inundación. A partir de ese nivel, se utiliza una estructura en metal, liviana y resistente a la fuerte humedad relativa del ecosistema húmedo tropical. Para los cerramientos se evitó el uso de maderas nativas, casi todas especies amenazadas, y se eligió el uso de madera inmunizada, cultivada en zonas cercanas a Medellín y transportada hasta el lugar. Las cubiertas alternan tejas translúcidas con tejas opacas termo-acústicas. Todo el transporte de materiales ha sido planeado con un gran número de restricciones en cuanto a tamaños, pesos, presupuesto y disponibilidad.


Este proyecto forma parte del libro
RADICAL: 50 Arquitecturas Latinoamericanas


 

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