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Obras

Insta–Bunker

Insta–Bunker

Nombre de proyecto

  • Insta–Bunker

Arquitectos

  • Atelier Caracas

Página web

  • ateliercaracas.com

Colaboradores

  • Corina Montero, Christian Maier, Irene Eseverri, Juancho Mesa

Construcción

  • Alfredo Mendoza

Ubicación

  • Caracas, Venezuela

Fecha

  • 2019

Fotografía

  • Saúl Yuncoxar

 

 


En las últimas décadas los niveles de angustia, discordia social y consiguiente inseguridad registrados en Venezuela han adquirido características casi sistémicas. La situación ha forzado a las comunidades residenciales urbanas a limitar y en muchos casos restringir severamente el acceso a sus áreas y propiedades. Esto ha empleado la utilización de espacios para la seguridad y la vigilancia que generalmente cuentan con espacio reducido de trabajo/habitación para uno o dos guardias, incluyendo un pequeño baño.

Espacialmente el modulo de vigilancia tiende a ser extremadamente simple, con poca atención concedida a consideraciones ergonómicas, y menos estéticas, tomando en cuenta que los guardias pasaran largas horas trabajando y vigilando pantallas, radios y otros aparatos dentro de las apretadas e incómodas casetas. Son “soluciones” generalizadas, apenas utilitarias, con espacio si acaso suficiente para que quepan dos personas, con una ventana para mirar y vigilar los accesos.

Entre los requerimientos estaba que el modulo resultase económico y de rápida construcción. Fue sugerida la utilización de un contenedor marítimo de 20 pies de su propiedad, a ser reciclado y transformado para este propósito.

Aunque el proyecto es coherente y pertinente al contexto político y social de Caracas en particular y Venezuela en general, que ha engendrado el alto nivel de inseguridad, dentro de las consideraciones se contempla que esta realidad puede variar y eventualmente hacerlo innecesario. Es por esto que el proyecto se aborda a partir de su calidad de efímero, sujeto a cambios de ubicación y construcción sin mayores costos. Por otro lado el acto y acción de guardia y vigilancia reviste importancia que ha sido menoscabada en su aspecto más importante, el humano. Pareciera que el personal de guardia y vigilancia es menospreciado, asignado a espacios de trabajo poco dignos.

El Insta–Bunker cuenta con tres perforaciones: una longitudinal a lo largo de su costado encarando la calle principal de circulación, un óculo en el extremo dando hacia las barreras de entrada y salida vehiculares y la calle de acceso hacia estas, y una escotilla de ventilación para el baño para permitir ventilación natural. Tomando en cuenta que un container marítimo de acero de 20 pies no es el espacio ideal para trabajar o habitar en un clima tropical, una exo-estructura enrejada se construyó por fuera para fijar enredaderas, que sirva como una primera barrera térmica vegetal.

Una segunda instalación aislante fue implementada rellenando de arena dos láminas de acero de 15 mm a 10 cm de distancia, soldadas a las paredes internas corrugadas del container con sus correspondientes aperturas hacia las perforaciones antes descritas, y finalmente el espacio interno se recubrió en toda su superficie en fenólico contrachapado. Esta última aplicación de textura además de aislante es completamente disruptiva a la estética industrial externa, generando así la percepción y sensación de calidez en el ambiente de trabajo interno.

La garita es elevada, para aumentar el alcance visual de los guardias en relación al acceso de la calle hacia la entrada. El pedestal del container es una estructura de concreto reforzado que contiene las unidades de aire acondicionado y equipo hidroneumático que suplen al modulo, dentro de paredes de bloques de concreto ventilados. Una pequeña zona a la entrada fue recubierta con grava para servir tanto de estacionamiento como de zona para reuniones informales de la comunidad. Finalmente una media pared de canto rodado contiene un banco de concreto, punto de espera para el transporte público.

El proyecto es un manifiesto construido, una propuesta que busca generar conciencia del valor, la ubicación y la asignación de espacios de vigilancia en la arquitectura de los últimos años, especialmente en un entorno donde este tipo de objetos y espacios —y sus intervenciones— parecieran estar cada vez en mayor demanda.

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