El proyecto es el resultado de un concurso que proponía la revisión del plan maestro para el nuevo campus de la Universidad Diego Portales y la construcción de su primera etapa, la Facultad de Economía y Empresa. Suponía el reto de otorgar identidad en medio de una zona empresarial de la ciudad, saturada de edificios de oficinas acristalados.
El proyecto parte de una serie de piezas con peso propio que refieren solidez y estabilidad a largo plazo. Los edificios son sólo una parte del plan maestro total. Una gran barra continua de ocho niveles actúa como telón de fondo y acoge el programa de aulas de la Facultad. Frente a esta barra, aparece el edificio singular que dialoga con la neutralidad de su vecino. Juntos componen la escenografía del campus, que alberga los programas más emblemáticos. Su interior se desarrolla en espiral para vincular medios pisos, salas y oficinas en torno a un vacío central iluminado.
Este par de volúmenes densos de concreto permanecerá a lo largo del tiempo e irá mutando gracias al crecimiento de las enredaderas que los cubren. Los edificios se combinan con el zócalo de espacio público integrador que aparece en tres planos horizontales conectados con los accesos de los edificios que contienen los programas más públicos. Por último, un parque ubicado en el área más baja del terreno se entrelaza con una de las planchas de concreto del zócalo para conferirle distancia verde con la zona urbanizada existente.