El diseño de la Fair Trade Zone entiende la economía circular como un metabolismo espacial entre arquitectura y paisaje. Dirigida por una cooperativa de mujeres Global Mamas en Ghana se basa en un modelo alternativo de fabricación sostenible integral de agricultura y ecoturismo.

Mientras que las materias primas procesadas en el interior construido crecen al aire libre en huertos, los edificios recogen el agua de lluvia y nutren las plantas con aguas residuales de producción ecológicamente purificadas a través de los canales de drenaje del patio y el riego por surcos alimentado por gravedad. El resultado es un paisaje estriado compuesto por diferentes edificios adecuados para los requisitos ecológicos divergentes de un jardín dedicado a tintes naturales, un jardín de papel, un jardín textil, un jardín para el cuidado de la piel y un jardín energético. Entretejidos en el terreno, hay una variedad de espacios que van desde salas de producción interiores modulares bordeadas por espacios de circulación exteriores sombreados que se abren a patios y espacios sociales.

Como fuerza impulsora de la capacitación rural, esta fábrica crea y garantiza puestos de trabajo para 200 artesanas y supondrá un paso hacia la igualdad de género. Su diseño apoya la visión de la organización de convertirse en un modelo alternativo sostenible a las instalaciones de producción de la región, proporcionando un entorno de trabajo ergonómico y con conciencia social a sus empleados, creando un destino turístico e integrando estrategias y tecnologías de construcción innovadoras en todo el recinto.

La topografía natural del terreno sirve de hilo conductor del diseño. Los edificios curvos y alargados se adaptan a las curvas de nivel del terreno y cada uno alberga diferentes líneas de producción, que se asocian a huertos productivos adyacentes. Los edificios individuales permiten a Global Mamas construir y poner en marcha las instalaciones por fases. Incrustados en la exuberante vegetación hay guardería, así como una cafetería situada en un huerto comunitario. Abierta a los visitantes, la Fair Trade Zone es también un nuevo lugar de ecoturismo que ofrece talleres educativos y visitas guiadas a lo largo de su sendero circular, que recorre la diversidad económica y ecológica del proyecto.